Una buena noticia que vale la pena destacar del Gobierno de Francisco Sagasti es que el proceso de vacunación avanza y ya han sido incluido en el padrón nacional de vacunación -con fecha y hora- los peruanos de 50 a 55 años para ser inmunizados desde el 30 de julio hasta la próxima semana.
A la par, desde la PCM se anunció -en la víspera- que la vacunación de las personas mayores de 40 años se iniciará en las próximas semanas, dependiendo de la llegada de las dosis comprometidas para julio.
A su turno, el titular de Salud dijo -ayer, en conferencia de prensa- que podría iniciar la vacunación a un primer bloque de personas mayores de 40 años desde el 10 de julio.
“Estamos en capacidad de anunciar que podríamos empezar con los de 47, 48, y 49 años a partir del sábado 10 de julio y luego de acuerdo con el avance, podríamos ir incorporando los otros grupos de 40 años”, señaló.
Tomando en cuenta que la inmunización contra el COVID está empezando a llegar -en mayor medida- a la Población Económicamente Activa (PEA), qué alternativas/arreglos laborales se podrían acordar entre el empleador y trabajador para que estos últimos acudan a inmunizarse sin problemas, recordando que el proceso podría tomar varias horas ante las colas registradas en vacunatorios.
El laboralista Brian Aválos, asociado principal en Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, explicó a Gestión que conforme se vaya incluyendo al padrón de nacional de vacunación a menores de 50 años habrá un aumento de pedidos de permisos de parte de trabajadores para inmunizarse.
“Si un trabajador ya tiene programada su fecha y hora de vacunación, lo que puede hacer es pedir permiso a su empleador para asistir a inocularse. Acreditándola con un print del portal Ponte el Hombro en la que aparece su fecha, lugar y hora de vacunación”, detalló.
Lo que va a pasar -agregó el abogado- es que el empleador le otorgue el permiso a su trabajador, ya que a las empresas les conviene tener a su masa laboral inmunizada, con la condición de que recupere las horas dejadas de trabajar.
“Lamentablemente desde del Ejecutivo no se ha dispuesto una medida laboral respecto a los trabajadores que ya tienen su fecha y hora de vacunación. Ante ello, lo que va a pasar en las empresas formales es que los trabajadores con permiso para vacunarse deberán recuperar las horas dejadas de trabajar posteriormente. Se activa el mismo mecanismo que ocurre con los feriados puente, por ejemplo ”, indicó.
El letrado recomendó a las empresas -tomando en cuenta que ya se está incluyendo al padrón nacional de vacunación a la PEA- contar con una política de otorgamiento de permisos por vacunación en la que se establezca los documentos que se requieren para solicitar dicho permiso y la forma en cómo se va a compensar las horas no trabajadas.
A reglón seguido, enumeró las cuatro formas en las que se podría compensar las horas no trabajadas por vacunación:
- A cuenta de vacaciones (en caso de que el trabajador pida permiso un día completo).
- Quedarse una hora más de la jornada habitual hasta recuperar las horas no trabajadas.
- Trabajar un sábado para compensar las horas no trabajadas.
- Con horas extras.
En el caso de los trabajadores, Ávalos recomendó que apenas sepan de la fecha y hora de su vacunación lo informen de inmediato a la empresa para coordinar con antelación con los trabajadores que reemplacen a los empleados que no laboren por efecto de la vacunación.
“Este tipo de cosas las empresas ya deberían estar ideando porque conforme pasen los días habrá una cantidad importante de trabajadores que se van ausentarse por efecto de la vacunación”, acotó.
También sugirió que desde el Ejecutivo se establezca una regla general para los trabajadores que dejen de laborar algunas horas por efecto de la vacunación.
“Acuérdate que cuando se inició la pandemia, a los trabajadores que no podían aplicar el trabajo remoto se estableció que las empresas les otorgue una licencia con goce compensable. Esto va ser lo mismo: se va a dar a los trabajadores una licencia con goce compensable, es decir, se les va a pagar por esas horas no trabajadas, pero las van a tener que recuperar después”, puntualizó.
Si bien, el abogado consideró poco probable que una empresa deniegue el permiso a un trabajador para vacunarse, podría darse en casos de puestos indispensables y que no tienen reemplazo como -por ejemplo- el operario de una central hidroeléctrica o un operario que sea el único que sepa el manejo de un equipo.
“En esos casos extremos y claramente excepcional el empleador podría oponerse a otorgar el permiso, mientras no exista la posibilidad de reemplazo inmediato o sea un puesto que requiere permanencia. Sería en esos casos extremos. En general, las empresas no van a negar este permiso para que su personal se vacune”, subrayó.
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