Si pasamos buen tiempo de nuestras vidas realizando tareas profesionales, parece bastante lógico que durante ese tiempo encontremos un equilibrio para cumplir con las responsabilidades y ser felices en ese lapso.
Santiago Iñiguez de Onzoño, presidente de IE University, elabora para la BBC cinco recomendaciones -con profundidad filosófica- para identificar qué puede servir para aprender a disfrutar los momentos en el trabajo.
1. La felicidad como camino
Lo primero que recomienda en encontrar la felicidad como camino, no como un destino. Es decir, no mirar la felicidad tan solo como el logro de un objetivo, sino como el ejercicio permanente con el que cumplimos las metas.
En el ámbito laboral se traduciría como la capacitación constante, poniéndonos nuevas metas, demostrando nuestra valía profesional, esto mejorará el autoestima y la felicidad.
2. Ser no es tener
Se suele confundir que el progreso o la mejora tiene vínculo directo con la acumulación de posesiones, pero es erróneo.
Schopenhauer explica el sentimiento de vacío que sobreviene al logro de un bien material en el que se ponen todas las expectativas. “La riqueza es como el agua del mar: cuanto más se beba, más sed se tendrá”, dice el filósofo.
Iñiguez de Onzoño explica que esa reflexión aplica a los cargos de poder en una empresa si no se entienden con vocación de servicio.
3. Evitar los sentimientos extremos
Evitar la envidia, el odio y la ira, porque los jefes irascibles solo consiguen que las personas de su entorno terminen yéndose de su empresa.
Por el contrario, los verdaderos líderes son los que enseñan y se convierten en referencia de comportamiento.
4. Felicidad y salud
Schopenhauer lo explica breve así: “nueve décimos de nuestra felicidad se basan únicamente en la salud”. Esta reflexión es muy importante a tener en cuenta, porque si se cuida la salud corporal se estará construyendo una mejor salud mental.
5. Ejercitarse en la alegría
Es recomendable el uso del humor en reuniones de trabajo porque genera alegría. Es importante, entonces, encontrar el momento ideal para romper el hielo o destensar una discusión.
La alegría es un estado de ánimo que se puede cultivar y cuanto más se práctica más se consigue.