En el 2020 la economía de América Latina crecerá 2.3%, lo que implica una rebaja de tres décimas respecto a las perspectivas que se proyectaban hace seis meses (2.6%), estimó la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) en su informe “Reducción de gastos en tiempos de conflicto”.
El documento indica que el panorama es mixto en las economías latinoamericanas, pues los gastos de consumo en Brasil, Argentina y México siguen por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, mientras que Chile y Colombia han experimentado fuertes repuntes.
“Brasil, Argentina, Perú y Chile han experimentado una fuerte recuperación de la inversión de las profundas caídas de 2020 y se han beneficiado del fuerte repunte de los mercados mundiales de los mercados mundiales de materias primas”, señala el informe.
Agrega que en Brasil ya se esperaba una fuerte desaceleración (con un crecimiento negativo en la segunda parte de 2021) debido al extremo endurecimiento de la política monetaria, y en Argentina se esperaba una desaceleración, a partir de un ritmo muy rápido en 2021, bajo el peso de las presiones de la deuda externa presiones de la deuda externa.
De igual manera, indica que los efectos de la subida de precios en combustibles y alimentos podrían beneficiar a naciones exportadoras de materias primas como Argentina, por lo que revisó al alza el crecimiento esperado para ese país, de 2.9% calculado en setiembre a 4.6%.
En la actualidad, se estima que si bien las cifras de crecimiento de América Latina disminuirán sustancialmente desde los máximos alcanzados durante el repunte de la pandemia, los exportadores de energía y materias primas del grupo, que representa el grueso de la producción regional, aún verán fuertes compensaciones de crecimiento
El gasto de inversión también se ha recuperado con más fuerza en Estados Unidos que en la mayoría de los países de la zona del euro.
“Argentina, Brasil, Chile y Perú también han experimentado una fuerte recuperación de la inversión tras los profundos descensos de 2021, mientras que otros países latinoamericanos, Sudáfrica y muchos países de Europa del Este están experimentando una inversión de capital débil o decreciente”, sostiene.
Alerta, sin embargo, de la fuerte desaceleración que podría producirse en Brasil, “debido a un extremo endurecimiento de su política monetaria” y también posiblemente en Argentina, bajo la presión de la deuda externa.
El estudio de previsiones también subió el porcentaje de crecimiento esperado para Centroamérica y el Caribe (de 2.9% de hace medio año a 3.5%), pero bajó un punto y medio sus perspectivas para México (de 2.8% a 1.3%) y redujo en medio punto su previsión para Brasil (de 1.8% a 1.3%).
“Aunque las cifras de crecimiento se reducirán sustancialmente con respecto a los niveles logrados en la fase de rebote de la pandemia (buena parte del año pasado), los exportadores de energía y materias primas, importante parte de la producción regional, seguirán teniendo crecimientos que compensen la situación”, destacó el informe.