Las medidas de apoyo a las economías en el contexto de la pandemia deben tener entre sus prioridades la innovación y ampliar el respaldo para las empresas pequeñas y emergentes, según el Índice Mundial de Innovación 2020 publicado.

Resultado del trabajo de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual () y centros académicos, el informe defiende que los paquetes de rescate financiados con dinero público “estén orientados a los institutos de investigación, a las empresas y otras entidades con ideas innovadoras y colaborativas para la era poscovid”.

Hay certeza de que la afectará a los negocios emergentes, así como al capital de riesgo y a otras fuentes que suelen ser sus principales canales de financiación.

España está por detrás de la mayoría de países de Europa occidental en el listado de innovación, en el que ha bajado una posición respecto al año pasado.

Según la evaluación por países, España tiene el puntaje más bajo en el apartado de “sofisticación empresarial”, que evalúa la calidad de la fuerza de trabajo (por porcentaje de empleos que requieren un nivel de conocimiento intensivo, de mujeres con formación avanzada o de empresas que ofrecen formaciones, entre otros).

En cambio, tiene sobresaliente en cuanto a la calidad de su infraestructura (acceso a tecnologías y sostenibilidad medioambiental, entre otros criterios).

Elaborado en el escenario inédito de una economía global duramente golpeada por una pandemia, el estudio de la OMPI tiene algunas conclusiones positivas, como la que anticipa que el covid-19 servirá para impulsar la innovación a largo plazo en todo el mundo.

La crisis sanitaria seguramente será un obstáculo para ciertas actividades innovadoras, pero hay sectores que pueden resultar beneficiados, como la sanidad.

El Índice clasifica a las economías del mundo por su capacidad y producción en materia de innovación y aunque los primeros puestos siguen dominados por el mismo grupo de países de los últimos años (Suiza, Suecia, Estados Unidos, Reino Unido y Holanda), la gran novedad es la constatación de que los polos de innovación se están desplazando gradualmente a Oriente.

Esto se refleja en el notable avance de países como Corea del Sur, China, Filipinas, la India y Vietnam en la clasificación de 2020 respecto a años anteriores.

Singapur era la única economía que se encontraba entre las diez primeras por su capacidad de innovación (puesto 7), pero este año Corea del Sur ha conseguido cerrar ese selecto grupo.

Por otro lado, se destaca que a lo largo de los años, India, China, Filipinas y Vietnam son los países que más han avanzado en el Índice. China se ubica en el décimo cuarto lugar y es la única economía de ingresos medios que figura en los 30 primeros puestos. India (48º), Filipinas (50º) y Vietnam (42º) se sitúan por primera vez en los primeros 50 puestos, un avance considerable en particular para estos dos últimos países si se recuerda que hace solo seis años estaban en los puestos 100 y 71, respectivamente.

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