:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/4EN6A63KEZHI7FTL43S2JBAID4.jpg)
Históricamente, un aumento del precio del petróleo, como el que se registra actualmente, ha puesto fin a la expansión económica de EE.UU. y ha llevado a la economía a la recesión, según Pictet Asset Management.
En los últimos 50 años, cada vez que los precios del petróleo, ajustados por inflación, subieron un 50% por encima de la tendencia, siguió una recesión, según muestran los datos de Luca Paolini, estratega jefe de Pictet.
El precio del crudo Brent llegó a US$ 127.98 esta semana por las preocupaciones sobre la interrupción de las exportaciones de Rusia. El Brent ha subido más de 50% este año.
En tanto en Nueva York el barril de West Texas Intermediate (WTI) para abril ganó ayer 3.60%, llegando a los US$ 123.70 por barril.
El miedo ya se está manifestando en el mercado de valores, ya que la guerra reavivó las preocupaciones sobre la inflación y nubló las perspectivas de ganancias corporativas.
El sector de energía del S&P 500 ha sido uno de los pocos puntos brillantes, continuando su reinado como el grupo de mejor desempeño en el índice, con un aumento de alrededor del 35% en 2022.
Las compañías de petróleo y gas como Exxon Mobil Corp., Chevron Corp. y ConocoPhillips han registró ganancias de dos dígitos este año, beneficiándose de un aumento en los precios del petróleo.
Pero los inversionistas se preguntan cuánto durará la fortaleza de las acciones de energía, ya que el grupo es ahora la tercera industria con más posiciones cortas en el S&P 500, y los vendedores en corto apuestan a que el auge petrolero pronto terminará.
“No espero un desastre económico, pero lo que estamos viendo en los precios del petróleo tendrá un impacto significativo en el crecimiento”, dijo Paolini.
Sin duda, los shocks de los precios del petróleo han puesto fin a expansiones económicas como las de mediados de los años setenta, principios de los ochenta y principios de los noventa. Pero otras recesiones no fueron causadas directamente por un fuerte aumento en los precios del petróleo, como la recesión de 2001 y la crisis financiera mundial.
Pocos economistas dicen que EE. UU. está en peligro de recesión, ya que la economía está respaldada por un mercado laboral fuerte, un gasto de consumo sólido y ganancias corporativas mejores a las esperadas. Pero muchos esperan que el crecimiento se desacelere aún más si la inflación continúa aumentando.
La guerra en Ucrania ha inyectado más volatilidad en los mercados justo cuando la Reserva Federal de Estados Unidos entra en un ciclo de alzas en su tasa de interés.
“Lo mejor para los mercados es que la Fed suba las tasas suavemente y ajuste la política monetaria en caso de que la guerra en Ucrania evolucione por el camino equivocado”, dijo Paolini. “El decidir esperar para subir las tasas sería algo incorrecto porque la economía podría sufrir significativamente si la inflación aumenta aún más”, acotó.
