Redacción Gestión

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Roma (Reuters).- La recesión de Italia se profundizó en el segundo trimestre, en el que la economía se contrajo un 2.5% a tasa anual, de acuerdo a cifras oficiales difundidas el martes que complican los planes del Gobierno de controlar una crisis de deuda que .

La caída del 0.7%, apenas levemente mejor que la contracción del 0.8% experimentada en los primeros tres meses del año, indica que la recesión de la economía italiana ya se extiende por al menos un año, de acuerdo con cifras de la agencia de estadísticas oficial.

Esto golpeará la recaudación impositiva, el empleo y el gasto del consumidor, un círculo vicioso que hará las cosas más difíciles para , quien apunta a reducir el déficit presupuestario a un 0.1% del PIB en el 2014 para cumplir sus metas financieras.

Italia ha sido una de las economías de más bajo crecimiento dentro de la zona euro por más de una década y ahora está inmersa en el torbellino de la crisis de deuda, mientras sus costos de endeudamiento coquetean con niveles considerados insostenibles.

Los inversores están cada vez más preocupados por la capacidad de Italia para reducir una deuda pública que equivale a un 123% de su Producto Interno Bruto.

Monti aprobó medidas de austeridad para ahorrar más de 20,000 millones de euros a fines del año pasado para contener la crisis, pero el plan golpeó la confianza del consumidor y profundizó la recesión.

"Las medidas de austeridad obviamente están repercutiendo sobre la economía", dijo Vincenzo Bova, de MPS Capital Services. "La inversión y el consumo, tanto públicos como privados, son las áreas más golpeadas", agregó.

Las cifras del martes fueron levemente peores a lo esperado. La mediana de un sondeo de Reuters apuntaba a una contracción trimestral del PIB del 0.6%.

El grupo empresario Confindustria estima que la economía se contraerá más de un 2.4% este año, el doble que lo que espera el Gobierno.

Un sondeo de Reuters entre analistas prevé que el déficit fiscal cerrará este año en un 2.3% del PIB, por encima de la meta de 1.7% fijada por Monti.

Con los rendimientos de los bonos referenciales italianos persistentemente cerca del 6%, Monti ha alertado repetidamente a sus socios europeos de que a menos que muestren flexibilidad hacia las finanzas públicas italianas, el país podría ser gobernado pronto por un Gobierno euroescéptico con poco compromiso hacia la consolidación fiscal.

El primer ministro dijo al semanario alemán Der Spiegel que lo que él necesitaba de Alemania y de la Unión Europea era apoyo moral, no auxilio financiero, y agregó que estaba preocupado por el creciente setimiento anti euro, anti alemán, y anti UE en el parlamento italiano.

Monti, cuya popularidad cayó desde niveles altos poco después de asumir el gobierno, ha dicho que no buscará mantenerse en el cargo tras una elección nacional que se celebrará la próxima primavera europea.