Redacción Gestión

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(Bloomberg).- En lo que hasta ahora ha resultado ser un impago de bonos argentinos bastante indoloro, los importadores se destacan como unos de los pocos evidentes perdedores.

Mientras los precios de los bonos se mantienen cerca de los 80 centavos por dólar, lo que evita a los acreedores las pérdidas que suelen acompañar a un impago, y el peso y las tasas de interés locales permanecen estables, da indicios de cierta preocupación ante un posible deterioro de la situación y toma medidas para preservar la moneda dura.

El organismo de impuestos ha desacelerado el ritmo de la aprobación de importaciones, lo que se suma a una lista de espera de US$ 4,000 millones equivalente al 67% del total de las importaciones de junio, según José Alfredo Nogueira, director de ABC Mercado de Cambios, una operadora cambiaria con sede en Buenos Aires.

La medida llega en momentos en que muchos importadores esperaban lo contrario: una aprobación más fluida de sus solicitudes de dólares producto de un acuerdo del gobierno con los acreedores "holdout" de su impago anterior, de 2001, que habría evitado un nuevo impago y reincorporado el país a los mercados internacionales de capital. El acuerdo no se concretó, lo que llevó a un juez de a impedir que Argentina haga un pago de intereses que vencía el 30 de julio, lo cual consolidó el .

"Se produjo en el momento en que las compañías argentinas estimaban que el banco central se vería más libre para darles dólares, y ahora esa esperanza ha desaparecido", dijo Luis Secco, director de Perspectiv@s Económicas, en una entrevista del 13 de agosto. "Para la industria que había comprado esa promesa, ahora es una gran fuente de preocupación".

Fondos de emergenciaEl organismo impositivo oficial se negó a hacer declaraciones. Un funcionario del banco central no contestó un llamado telefónico en el que se le solicitaban declaraciones.

El gobierno de la presidenta ha dedicado buena parte de 2014 a tratar de aumentar las reservas argentinas de moneda extranjera, que sirven a los países para defender la moneda y asegurar las importaciones esenciales. Las reservas, que se han mantenido estables desde el impago en US$ 29,000 millones, están un 44% por debajo de su alto nivel récord de 2010.

Si bien el peso no se ha visto muy presionado desde el impago, en parte debido a que se especula que el gobierno alcanzará pronto una solución con los acreedores que reanude los pagos de deuda, la situación en los mercados locales podría deteriorarse si esa confianza se desvanece.

"El mercado estima que se tratará de un impago breve", dijo Maximiliano Castillo, director de la firma de análisis de Buenos Aires ACM, en una entrevista del 12 de agosto. "Pero una vez que pasen algunas semanas sin que se llegue a un acuerdo, la confianza va a desaparecer y aumentarán las restricciones a los importadores y a la compra de dólares en general".