El último 30 de octubre el premier Vicente Zeballos puso otra vez sobre la mesa un tema que impacta en los bolsillos de los peruanos: la Remuneración Mínima Vital (RMV), el salario mínimo que reciben los trabajadores que laboran una jornada completa de 8 horas diarias -actualmente fijada en S/ 930- y que según Zeballos para el primer trimestre del 2020 tendrá un nuevo incremento.
El anuncio tuvo diversas reacciones respecto a cuáles serían las consecuencias de esta medida en el mercado laboral. En ese sentido, una publicación de Miguel Jaramillo, investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), analiza el impacto que tuvieron los incrementos del salario mínimo que se realizaron en el periodo 2000 - 2010.
El informe “Ajustes del mercado laboral peruano ante cambios en el salario mínimo: La experiencia de la década de 2000”, toma en cuenta los 7 incrementos que se realizaron en el periodo mencionado, considerado que en el año 2007 y el 2010 los aumentos se realizaron en dos partes.
Precisa que sin considerar la coyuntura en la que se dieron estos incrementos, los datos dejan en claro que no se siguió una estructura programada para su determinación.
Ingresos y empleo
Si la RMV tiene algún efecto sobre las remuneraciones, lo tiene solamente sobre el grupo específico con ingresos cercanos a su nivel antes del cambio; en tanto respecto a los efectos sobre el empleo, señala que se encuentran efectos negativos para el caso del empleo formal y también para el grupo trabajadores que ganan alrededor del nivel de la RMV, dice el estudio.
Además, se toma en cuenta el informe realizado por Marielle del Valle, economista del Banco Central de Reserva (BCR) sobre el impacto de la RMV en el empleo y la informalidad, en donde se encontró efectos negativos sobre el empleo formal y efectos positivos sobre el informal a lo largo de la distribución de salarios hasta para quienes ganan 2 veces la RMV en el caso de los formales y 1,2 veces la RMV en el caso de los informales.
“Se encuentran efectos positivos solamente en el sector informal. Este último resultado es consistente con la sustitución de trabajadores menos calificados por más calificados, impulsada por el incremento en el precio relativo de los trabajadores menos calificados”, se detalla.
Concluye además que la política activa de salarios mínimos no es una herramienta potencialmente efectiva como instrumento para promover la inclusión social.
Reducción de trabajadores
El estudio también indica que un incremento en el salario mínimo por encima del salario de equilibrio genera desempleo al establecer el salario por encima del producto marginal del trabajador.
“Frente a esto, el empleador buscará reducir su plana de trabajadores o las horas contratadas hasta que el salario iguale el valor de la productividad marginal del trabajo”, precisa.
Agrega que si se considera la existencia de un mercado laboral informal bastante amplio -donde a la fecha bordea el 75% según cifras del INEI- otro mecanismo de ajuste que se puede dar ante el incremento de la RMV es el despido de trabajadores de empresas formales.
“En lugar de pasar a formar parte de los desempleados, podrían insertarse en el mercado laboral informal, donde no se cumple con la normativa de salario mínimo”, sostiene el documento.