La emisión de deuda especulativa en los mercados emergentes está a punto de aumentar tras el primer alza de tasas en Estados Unidos, según Goldman Sachs Group Inc.
Si bien las ventas en lo que va del año representan solo una cuarta parte del volumen del mismo período en 2021, el alza de la Reserva Federal que se anticipa para marzo puede conducir a una menor volatilidad, lo que haría que los prestatarios vuelvan al mercado, dijo Kamakshya Trivedi, estratega de Goldman. Trivedi pronostica que la emisión soberana de los mercados emergentes subirá a US$130.000 millones este año, impulsada por los bonos con calificación especulativa.
“A menudo, una vez que pasa el primer alza y que los mercados tienen una mayor visibilidad sobre el camino y la trayectoria de los aumentos, y se descuentan en el mercado, la volatilidad puede disminuir”, dijo Trivedi, codirector en Goldman de global foreign exchange, tasas e investigación de estrategia de mercados emergentes. “Y eso puede permitir un repunte en la emisión”.
Las ventas de deuda de mercados emergentes, en particular de alto rendimiento, se han visto afectadas por el afán de operadores de descontar una política de ajuste más agresiva tras años de abundante liquidez. Pero ahora que casi vence US$1 billón en bonos de emergentes denominados en euros y dólares estadounidenses que se pagarán a fines de 2023 o antes, los prestatarios pueden tener poca opción aparte de acudir al mercado —y pagar un precio más alto— más adelante en el año.
La mayoría de los emisores de mercados emergentes con calificaciones que no son de inversión se han alejado del mercado primario de deuda este año. El rendimiento promedio ronda el 8%, el más alto desde julio de 2020, en medio de preocupaciones sobre el conflicto en Ucrania, los niveles de deuda y la alta inflación.
Tienen que ponerse al día para superar la emisión soberana de mercados emergentes del año pasado que fue de US$122.000 millones, aunque Trivedi señala “necesidades de financiamiento significativas” en América Latina, Asia, Medio Oriente y África.
Los activos de los países en desarrollo tienden a caer en el período previo a las alzas de tasas, descontando costos de endeudamiento más altos, pero se recuperan después de que empiezan las alzas, con valoraciones más baratas que atraen a los compradores.
En los dos años a partir de junio de 2004 cuando la Fed elevó las tasas en 425 puntos básicos, la deuda en dólares de los mercados emergentes subió y la prima de riesgo adicional cayó más de la mitad, según un índice de Bloomberg. Del mismo modo, los diferenciales de los bonos de mercados emergentes se redujeron en los dos años posteriores a cada alza de tasas desde diciembre de 2015 en adelante.
Algunos ya están probando suerte.
Turquía, con calificación B, que vendió eurobonos por última vez en septiembre, emitió US$3.000 millones en deuda islámica, conocida como sukuk, después de que su moneda se estabilizara y la prima de riesgo adicional cayera al nivel más ventajoso en casi tres meses. Esta fue la mayor venta de bonos de la historia de Turquía, según datos compilados por Bloomberg.
“Diría que Turquía marca el comienzo de la reapertura”, comentó Richard Segal, analista de investigación de Ambrosia Capital, con sede en Londres. “Estos emisores han encontrado ventanas o han esperado tanto como han podido. Tienen metas de financiación para el año y no quieren que caigan más”.