Los fondos de inversión tienen una participación cada vez mayor en las empresas peruanas, y como oferentes de diversos instrumentos financieros que brindan retornos atractivos a sus partícipes.
El número de Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI) pasó de 25 a 36 entre principios del 2018 y comienzos de este año, ampliándose la gama de alternativas de financiamiento pese a la coyuntura internacional adversa por la pandemia.
Los fondos de inversión privados manejan mayores volúmenes que los creados por oferta pública, habiéndose diversificado principalmente en private equity e inmobiliarios en los últimos tres años. Las SAFI ya manejan más de US$ 7,000 millones a través de fondos creados por oferta pública y privada, estimaron gerentes de esas instituciones.
Detallaron que el patrimonio administrado por los fondos privados es más del triple que el de los fondos públicos inscritos en el registro del mercado de valores.
Doble
Los fondos de inversión públicos administraban S/ 6,935 millones hasta fines del 2020 (aproximadamente US$ 1,700 millones), según datos de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).
Tal cifra es el doble de la de finales del 2017 (S/ 3,559 millones). Mientras, los fondos de inversión privado también se han duplicado en dicho período, manifestaron las fuentes.
La rápida expansión de estas instituciones se constata también en el número de partícipes de los fondos públicos, que se ha triplicado en los últimos tres años al repuntar de 1,013 a 3,147, según la SMV.
Los fondos de inversión son vehículos que buscan una rentabilidad y que se crean con el aporte de dinero de inversionistas institucionales (AFP, compañías de seguros, entre otros) e individuales.
Gama
En el mercado local existe una variada gama de fondos, que van desde el private equity (que invierten en el capital de empresas, sobre todo medianas, por un determinado número de años, tras lo cual venden su participación en las mismas a un mayor valor, que les genera un retorno), hasta inmobiliarios.
Además, están los fondos de infraestructura, fondos de leasing y los que invierten en títulos de deuda u otros instrumentos financieros, como facturas (factoring) o depósitos.
A la par de esta evolución, cada vez más empresas peruanas tienen como accionistas a fondos de inversión, lo que se explica por el significativo margen de crecimiento de las compañías que operan en mercados aún en expansión, indicaron analistas.
Privados
Los fondos privados –dirigidos a un grupo reducido de inversionistas– manejan los mayores volúmenes.
Ello radica en que es mucho más rápido lanzar fondos privados que públicos, pues la regulación es más flexible para los primeros, que llegan a gestionar patrimonios mayores pues tienden a congregar como partícipes a grandes inversionistas (institucionales).
Las AFP han buscado participar principalmente en fondos privados porque tienen una mayor dimensión que compensa el esfuerzo que demanda analizar y hacer seguimiento a dichos fondos, que usualmente maduran en ocho o 10 años, refirieron otros analistas.
Añadieron que las AFP tenían gran interés en fondos de private equity e inmobiliarios, que podían generar, en promedio, un rendimiento anual mayor al 15% en dólares.
No obstante, las expectativas sobre estos retornos se han moderado, pues así como los precios de las acciones locales crecieron, los de las empresas no listadas también, lo que redundaría en una menor rentabilidad para el fondo que compra participación en estas, detallaron.