El Fondo Monetario Internacional hizo público el estudio resultado de la misión de asistencia técnica remota brindada por el Departamento de Finanzas Públicas (FAD) de este organismo, denominado “Propuesta para la reforma tributaria de 2022: régimen fiscal del sector minero, ganancias de capital e IGV a los servicios digitales”.
Cabe recordar que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) solicitó la asesoría del FMI, cuando Pedro Francke lideraba esta cartera, para desarrollar tres aspectos del plan de reforma fiscal que presentó en octubre de 2021, en el marco del pedido de delegación de facultades que solicitó el Poder Ejecutivo al Congreso de la República.
Los temas para los cuales se solicitó asesoría fueron: (i) el régimen fiscal del sector minero; (ii) el impuesto a la renta (IR) sobre las rentas de capital y (iii) el impuesto general a las ventas (IGV) a la importación de servicios digitales.
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En el caso del IR a las ganancias de capital, el informe del FMI respalda la propuesta de Gobierno peruano para elevar las tasas.
Una de las recomendaciones del informe señala: “Incrementar la tasa del impuesto a los dividendos percibidos por personas naturales y no domiciliados hasta un máximo del 10%”.
El informe explica que la distribución de dividendos en Perú está gravada a la tasa (definitiva) del 5%.
Las personas jurídicas domiciliadas que distribuyan dividendos a personas naturales están obligadas a retener y remitir este impuesto.
En Perú la tasa combinada a las utilidades es de 33%, una carga competitiva comparada con la vigente en otros países, destaca el informe (ver cuadro).
“La tasa del 5% a los dividendos es igual o inferior a la de otros países de la región. Por ejemplo, la tasa de retención en Honduras, Panamá, México, Costa Rica y República Dominicana es del 10%, en tanto que en Argentina y Uruguay es del 7%”, señala el FMI.
Por ello, en el detalle de su recomendación señala que una opción de política, con miras a reforzar la neutralidad del régimen y aumentar ligeramente su progresividad, es subir la tasa de retención a los dividendos al 6.25%.
Refiere que la tasa del impuesto se mantendría por debajo de la que prevalece en muchos de los países de la región, subiendo la tasa combinada al 34%.
“Habría espacio para subir la tasa algo más; una tasa del 10% podría ser el límite, pues llevaría la tasa combinada a una posición relativa alta en la región”, agregó.