Si las proyecciones de caída de la economía peruana para este año se cumplen, el país registraría su segundo peor momento en 25 años. En entrevista con Gestión, Gianfranco Ferrari, CEO de Credicorp, comenta sobre la perspectiva del Perú hacia adelante, así como el desempeño del Gobierno peruano y si hay espacio para reformas.
-A manera de resumen, ¿cómo ve el Perú hoy?
El crecimiento del Perú en los últimos 20 – 25 años, en las condiciones actuales, no se va a repetir hacia adelante. Lo que más nos preocupa es que el país necesita crecer 4% o más para continuar reduciendo la pobreza. Este año vamos a crecer menos de 1% y el próximo, como gran cosa, creceremos entre 2% - 2.5%. ¿Qué nos ha llevado a eso? Varios factores. Pero si lo reducimos a una frase: “se rompió la confianza”.
-Se hubiera esperado que, tras el Gobierno de Pedro Castillo, la confianza se empiece a recuperar. Pero, no sucedió...
La confianza es algo que se construye de a pocos y se destruye en una. La hemos venido destruyendo consistentemente desde hace cinco o siete años. Al no haber confianza, el apetito por invertir se reduce y hoy estamos donde estamos. Creo que la confianza no se gana diciendo vamos a hacer, se gana haciendo.
Los motores de crecimiento en el Perú se apagaron todos y estamos como en un ‘loop’ de no saber cómo prenderlos de nuevo. El principal rol para prender los motores es que empecemos a generar confianza, y esa la tiene que dar el sector público pasando del dicho al hecho.
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-¿El Gobierno de Dina Boluarte no sabe cómo dar confianza?
Justamente eso es lo que falta. El equipo del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) está haciendo un buen trabajo de comunicar los planes. Creo que lo que falta es empezar a ejecutarlos para que se prenda por lo menos el motor de la inversión pública y se una el motor de la inversión privada.
-Hubo un tiempo donde Perú crecía a tasas casi similares a las de China.
Sí, pero no le dimos la prioridad que se le debió dar a dos factores claves: salud y educación.
-Durante la época que crecíamos a esas tasas, no hicimos la tarea. Hoy no solo no la hacemos, sino que se está desmontando lo que se había logrado avanzar. ¿Cuál es el impacto?
Hay una tarea pendiente en educación y salud. Creo que esto, sumado a la tarea de reducir la pobreza, es un escenario bien complejo.
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-Con Pedro Castillo quedó claro que lo técnico se fue perdiendo. ¿Sigue siendo o es un factor que preocupa?
Soy un convencido que para que un país sea viable, el sector público y el sector privado deben tener una visión común. Y, los ministerios deben tener una gestión técnica, no ideologizada. Creo que efectivamente se perdió mucho talento en el sector público, pero se puede recuperar. Como decía, es un tema de generar confianza en las personas para que quieran regresar (al Estado).
-¿Cree que hoy hay espacio para reformas?
Sí hay espacio para ejecutar reformas, pero lamentablemente lo que ha habido es más espacio para contrarreformas. Una reforma que se cae a gritos es la reforma del sistema de pensiones.
-¿Cómo evalúa una reforma tributaria? El MEF presentará una propuesta para reducir regímenes tributarios a fin de año.
Este tema de la simplificación tributaria significa que ser más simple es mejor. Y así es. Este exceso de complejizar el tema tributario genera, por un lado, sobre costos. Pero ya pasando a un tema más estructural, de reforma tributaria, no sé qué tanta reforma puedas hacer en un país donde el 90% de los peruanos no paga impuestos.
Esto me lleva al tema laboral, seguimos legislando para los pocos con empleo formal, dejando a esas empresas que están en estos grises de formalidad e informalidad. Lo único que termina pasando es que los terminas de empujar a la informalidad en lugar de la formalidad.
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-El MEF afirma que los fundamentos están sólidos, pero ya no somos el mismo país de hace 10 años. ¿Cómo se ha visto mellada la percepción de atractivo para flujo de inversiones?
Ha caído. Es cierto lo que dice el MEF, cuando me reúno con inversionistas de afuera siempre les digo: “Si te enseño en una hoja con las cifras de Perú, pero borro el nombre Perú, ¿tú invertirías en ese país o no?”, y todos dicen que sí. Las cifras macro del país siguen siendo buenas, salvo crecimiento.
-Y, ¿los inversionistas perdonan crecimiento?
No porque sin crecimiento llegamos al tema por donde empecé: pobreza. El apetito para invertir en Perú hoy es mucho menor al apetito que había por invertir en el país hace 10 años o 15 años.
Creo que el MEF está dando los mensajes correctos. La macro sigue siendo sólida, salvo el crecimiento, pero el tema es cómo prendemos de nuevo ese motor (la inversión) que active el crecimiento.
-¿Se necesita un MEF más proactivo?
Siempre es difícil hablar desde el balcón. Pero, más que personalizarlo en el MEF, la idea es cómo pasar del dicho al hecho. No es que no haya presupuesto. Todos hemos vivido la época en el Perú donde no había inversión pública porque no había recursos. Hoy hay plata, solo que no la invertimos.
-Recuerdo una CADE donde Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP, decía que el MEF había perdido peso.
No solamente el MEF, todo el Gobierno central ha perdido peso. Lamentablemente en los gobiernos regionales y locales no hay capacidad de gestión. Hay un tema coyuntural, pero importante que es el fenómeno de El Niño. Yo presido una asociación civil que se llama Es Hoy y estamos trabajando con 120 a 130 municipalidades de las zonas con potencial de mayor riesgo. En el Perú solamente el 2% de las comunas distritales tienen planes de contingencia contra eventos climáticos.
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-Desde Credicorp, ¿cómo hacen el análisis de proyección en cuanto al impacto de El Niño?
Ha aumentado la probabilidad de un fenómeno de El Niño fuerte. Estamos preocupados con respecto al potencial impacto que pueda tener El Niño sobre el país que ya no crece. Tenemos todos una responsabilidad hoy de ejecutar lo más que se pueda el trabajo de prevención. Ahora, así lo hagamos espectacular, no va a ser suficiente, como país no vamos a llegar 100% preparados para El Niño.
-Tuvimos seis años para prepararnos desde el último fenómeno de El Niño, pero estamos corriendo con las obras de prevención.
En la medida que no tengamos una visión de más largo plazo, vamos a estar siempre apagando el incendio en lugar de encontrar la raíz del incendio.
-¿Les preocupa cómo entreguen las autoridades el país en el 2026?
En lo económico el país ha construido unos pilares tan sólidos, por lo que no veo un deterioro mayúsculo al 2026. Hay muchas fortalezas en las cifras y mucha institucionalidad en la parte económica.
La parte que me preocupa es el tema social: salud, educación, reducción de la pobreza. Me preocupa que sigamos en esta situación neutra y no hagamos nada para cambiar la tendencia en este tema. Me preocupa que el Perú en el 2026 en estos frentes, no sea mejor que el Perú de hoy.
-¿Se podría tener un país más enojado al momento de elegir nuevas autoridades?
Eso es lo que me preocupa.
-¿Los conflictos sociales aún son un riesgo?
El riesgo está latente. Un escenario de aumento de la pobreza y falta de empleo puede terminar en que en el 2026 un votante que piense que no tiene nada que perder, vote no a favor de alguien, sino en contra de alguien.
Inversión. Sobre si en la banca mayorista hay proyectos de inversión para financiar, Ferrari dijo que, “la poca inversión que hay, salvo las que ya están jugadas, es de algunas empresas o industrias que están al tope de su capacidad instalada e invierten para no perder participación de mercado”. Es más, dio como ejemplo, si antes habían 100, hoy hay 10, “excluyendo los grandes proyectos multianuales que ya están jugados”.