Tras cerrar el 2021 con despachos por US$ 1,183 millones, el sector confecciones peruano podría llegar este año a batir un récord histórico y alcanzar los más de US$ 1,600 millones como lo logró en el 2008. ¿La razón? Además de los pedidos que llegan de Estados Unidos -el principal mercado para las fábricas textiles de Perú-, “estamos recibiendo mayores pedidos de la Unión Europea”, señaló Felipe James, presidente del Comité Textil y Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
“Estados Unidos prohibió la importación de prendas de algodón chino de la zona de Xin Jiang por temas de explotación laboral, y es muy probable que la Unión Europea (UE) haga lo mismo”, volteando su mirada hacia nuevos proveedores, como el Perú, “que se distingue por la calidad de sus materias primas y sus confecciones”, sostuvo.
Ya el año pasado, Estados Unidos había concentrado el 54% de los envíos de textiles peruanos en el período enero-noviembre, seguido de Chile y Colombia. Mientras que, de la UE, figura Alemania. También el Reino Unido se ubica como un aliado clave de los fabricantes peruanos.
Pero mayores pedidos implica abastecerse de mejores y más insumos, entre ellos el algodón. Si el año pasado, para la producción de prendas de vestir de exportación -en la que se usa fibra extra larga en la variedad de Pima o Supima- se necesitaron 7,500 toneladas para cubrir los pedidos -de los cuales 1,500 toneladas se cubrieron con algodón nacional-; para este año la demanda ascendería a 10,000 toneladas. Es decir, un incremento de 50% respecto a la prepandemia.
Sin embargo, de ese total el 80% se cubría con algodón importado pues la producción nacional es bastante limitada, con apenas 4,000 hectáreas que se sembraron en el 2020-2021. Hoy, con los problemas navieros y el aumento del precio del flete, se corre el riesgo de que se tarde en cumplir las órdenes de compra internacional, como alertó el Comité de Confecciones de la Asociación de Exportadores (Adex).
Cadena de algodón
A mediados de este mes comienza la siembra de algodón Pima en el norte del país y -aprovechando los buenos precios del algodón en rama, casi S/ 300 el quintal- se proyecta que se cultiven 3,000 hectáreas en Piura.
En tanto, el Tangüis, la variedad que crece principalmente en Ica, Chincha y Pisco, está próximo a terminar su cosecha. Se sembró en 5,000 hectáreas y es el varietal que tiene un potencial mayor de ser expandido, pues puede reemplazar a la variedad San Joaquín que es importado.
Sin embargo, todo dependerá del fortalecimiento de la cadena de algodón en el país, que apunte a reducir el uso de insumos importados a cambio del algodón nacional.
“En los próximos años, cuando los mercados nuevamente se abran y no exista el problema de los fletes, probablemente la industria recurra otra vez a la importación, entonces una vez más la producción nacional caerá. Lo que proponemos es crear alianzas con la industria y buscar nichos en mercados asiáticos”, señaló Elvin Palma, representante de la Asociación Nacional de Productores de Algodón (Anpal) Perú.
Si bien la SNI está trabajando junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y empresas hilanderas para fomentar el aumento del área sembrada de algodón de fibra extra larga en el norte del Perú -en Lambayeque y próximamente se hará en Piura-, con el que esperan sembrar 3,000 hectáreas adicionales; falta poner en marcha el Plan Nacional del Algodón que están impulsando la Anpal a través del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Según el plan, en el que se comenzó a trabajar hace cinco años, se ha identificado que Perú tenía un potencial para sembrar al menos 100,000 hectáreas de algodón al 2030, con una producción por hectárea de 2,800 kilos. Solo en Ica, se podrían haber sembrado 12,000 hectáreas (a la fecha solo hay 1,500 hectáreas sembradas) pero la mayoría de productores migró a la producción de frutas o maíz amarillo a falta de apoyo del Estado.
Según mencionó Mario Cabrera, presidente de la Asociación de Productores de Algodón de Ica (Apal-Ica), el documento apuntaba a instalar áreas de algodón en Tacna, Arequipa, Lima, así como Lambayeque, Piura e Ica, incluso como alternativa a ciertos frutales para evitar la saturación en los mercados; sin embargo, “nada se ha podido avanzar por la constante crisis del Gobierno”.
Por su parte, Palma invocó a Adex y a la SNI a realizar un trabajo conjunto para potenciar la producción de algodón y trabajar en el mejoramiento de semillas de calidad.