Esta semana el Pleno del Congreso aprobó declarar al 9 de diciembre feriado nacional, tanto para el sector público como privado, en conmemoración por la Batalla de Ayacucho.
La medida busca promover el turismo, al unirse con el feriado del 8 de diciembre, y dar con ello más posibilidades de que las personas realicen viajes.
La autógrafa de ley ya está en manos del Ejecutivo (lo recibió el 10 de diciembre) y tiene plazo hasta el 6 de enero para su promulgación u observación. De ocurrir lo primero, el nuevo feriado entraría en vigencia desde el 2022.
Al respecto, si bien un nuevo feriado fomentará el turismo, no compensará la paralización de actividades en el resto de los sectores productivos, por lo que el impacto global para la economía sería negativo, advirtió Eduardo Jiménez, analista de Macroconsult.
“Haciendo las sumas y restas el saldo es negativo para el PBI. Es mucha la producción que se pierde, eso se ha hecho evidente el año pasado con el impacto por el COVID-19. Creo que el Congreso quiere ganar un aplauso, pero no se tiene un criterio técnico”, refirió.
En la exposición de motivos de la iniciativa legislativa (PL N°684/2021-CR) presentada por Germán Tacuri (Perú Libre) se indica que la medida podría llegar a favorecer a 300,000 empresas relacionadas al sector turismo. Pero no se hace mención al efecto negativo por la paralización del resto de actividades económicas.
Hace unos años la Cámara de Comercio de Lima estimó que por cada día feriado la paralización de actividades estaba valorizada en US$ 500 millones, mientras que el turismo generaba US$ 100 millones, por lo que el balance global resultaba en una pérdida de US$ 400 millones.
Por este motivo Jiménez sugirió al Ejecutivo observar la autógrafa de ley. Y para promover el turismo propone seguir fomentando los denominados feriados ‘puentes’; es decir, declarar días no laborales –compensables- a los viernes o lunes cuando estos se puedan unir a feriados para conformar un fin de semana largo.
“Esto sería más efectivo y ya se ha hecho antes con buenos resultados. Además, a veces el 8 y 9 de diciembre podrían estar al medio de la semana, por lo que no generaría el mismo interés para viajar que un fin de semana largo”, anotó Jiménez.
En esa línea, Otto Regalado, especialista en marketing y profesor de Esan Graduate School of Business, sugirió que los feriados sean aprovechados mejor para el turismo trasladándolos siempre al viernes o lunes, de manera que generen un fin de semana largo.
“Esto se hizo un tiempo en el Perú y se debe evaluar repetir esta experiencia. De esta manera se da más oportunidades viaje a las personas, para reducir el estrés, y ello ayudará también a luego elevar su productividad”, subrayó.
También indicó que en la actual coyuntura de pandemia se debe promover el turismo a espacios abiertos, como el turismo de naturaleza y playa.
“Los hospedajes también deben adecuar su infraestructura para fomentar el trabajo remoto de los ejecutivos”, apuntó.