“Las incubadoras en regiones empezamos formando cantera”, dice Karla Tapia, coordinadora de UPT Incuba (Universidad Privada de Tacna), una de las dos únicas incubadoras regionales softlanding que existen en Perú, es decir, que pueden otorgar apalancamiento a startups nacionales como extranjeras.
En el 2017, cuando el ecosistema de startups en Perú estaba tomando forma, empezaron a crearse los primeros centros de desarrollo de nuevas empresas (incubadoras) al interior de las universidades. Pasaron de actores que expandieron la importancia de las startups en sus zonas a pre-incubar (con capital semilla) y luego incubar proyectos tecnológicos. ¿Su siguiente paso? Acelerar con inversión esos mismos proyectos para que salten al mercado comercial.
Actualmente las incubadoras, en el caso de las universidades particulares, como UPT Tacna y Hub UDEP Piura -que participan en esta nota- se financian en parte con recursos limitados de la propia casa de estudios junto a fondos concursables que consiguen del programa ProInnóvate del Estado. Mientras que Incuba UNACH (de la Universidad Nacional de Chota, Cajamarca), afirma que también reciben aporte del canon minero.
LEA TAMBIÉN: Startups en Perú podrán acceder a garantías líquidas del Estado de hasta US$ 200,000
Solo el programa adscrito al Ministerio de la Producción, ProInnóvate, cuenta para este 2023 con más de S/197 millones en recursos, según su presupuesto público modificado; de los cuales S/ 26′728,334 está destinado a incentivos a la innovación empresarial y S/ 21′631,270 a los programas de emprendimiento. Próximamente, según adelantaron a Gestión, lanzarán un programa de fortalecimiento de incubadoras regionales por hasta S/ 685,000 por proyecto, así como Incubadoras 2.0 por hasta S/ 1′540,000.
Estos fondos están en la mira de las incubadoras en lo que resta del 2023. El Produce ha incluido a al menos 22 en su directorio nacional -la mayoría de Lima-, pero no todas están camino al siguiente paso: acelerar.
Joseph Luján, mentor y fundador de la plataforma Ecosistema Startup Peruano, explica que una aceleradora de startups implica, además del acompañamiento comercial, tener la capacidad de otorgar inversión (contar con una red de inversionistas) a cambio de un porcentaje de la startup. La Universidad de Piura podría ser una de las primeras”, analiza.
LEA TAMBIÉN: Cuando una startup en Perú se pone en venta: ¿qué puede salir mal?
El caso de Hub UDEP Piura
Incubaron una de las startups con rápido crecimiento en el país, Manzana Verde, señala Eddie Valdiviezo, director de la incubadora de startups del Hub UDEP, denominado desde el 2022 como un centro de innovación y emprendimiento. Ahora cuentan con tres unidades: incubadora, oficina de tecnología y la red de inversionistas ángeles. Y, para este 2023, alistan su primer programa de aceleración, en una primera fase, con recursos propios, adelanta.
En entrevista con Gestión, Valdiviezo destaca que hay seis proyectos en incubación con un potencial para, incluso, internacionalizarse. Se trata de Portero seguro, un sistema de videovigilancia para condominios; Simplex muebles que atiende con mobiliario para espacios pequeños; además de otros enfocados en la vigilancia para el sector construcción que ya fue testeado en las obras de ampliación del aeropuerto Jorge Chávez.
“Tenemos otro proyecto Metaserf que crea entornos virtuales para el entrenamiento en el sector minero, de esta manera, se reduce el costo de traslado y alquiler de maquinaria, y crea una simulación de la mina”, detalla. El proyecto-agrega- tiene potencial en el mercado mexicano.
LEA TAMBIÉN: Emprendimientos que no despegan: ¿cuándo es momento de reestructurar o dejar el negocio?
En ese contexto, ¿cuándo podrían convertirse en una aceleradora? Está en los planes, agrega el director, aunque para ello falta diseñar un mecanismo financiero, pues por estatuto de la universidad su negocio es la educación. Financiar proyectos y soluciones tecnológicas, implica otro tipo de negocio, observa.
Hub UDEP, desde el 2017, ha incubado cerca de 60 emprendimientos de Piura, Lima y Arequipa. En su octava generación - hoy están en la novena- otorgaron fondos a 12 proyectos. Además de brindar acompañamiento técnico a incubadoras de Tumbes y Trujillo, han creado una red propia de mentores, claves para un acompañamiento exitoso de estas startups.
Una incubadora en Chota
“Empezamos en 2017 y cada año tenemos recursos internos por hasta S/ 200,000 que provienen, en parte, del canon minero”, explica Lili Díaz, coordinadora de Incuba UNACH.
A la fecha, han financiado 14 proyectos de sus estudiantes universitarios y 10 proyectos externos que recibieron de Huánuco, Moquegua e incluso Lima.
“Para nosotros financiar estas iniciativas e impulsarlas es clave. En adelante estamos perfilando mejor nuestros criterios para financiar proyectos que den solución a nuestra problemática principal que es la pobreza”, indica la coordinadora. Para ello, agrega, se están sumando no solo mentores nacionales, también extranjeros; además de los maestros que han recibido capacitación.
Actualmente Incuba UNACH ha lanzado un programa para financiar proyectos con hasta S/ 10,000 en dos categorías, Personas Naturales con una Idea de Negocio o Producto Mínimo Viable, cuyo modelo de negocio no ha sido validado; y aquellas que cuenten con un Producto Mínimo Viable. Aunque -refiere- si son proyectos locales el financiamiento puede cubrir hasta S/ 60,000.
La Incubadora, que ya fue ganadora del fondo ProInnóvate, también apunta a ser una aceleradora. Para ello, Díaz señala que están en contacto con aceleradoras de Polonia donde uno de los proyectos que incubaron ganó un concurso y ahora está postulando a un fondo en México. “También firmaremos un convenio de capacitación con una red de inversionistas ángeles de Uruguay para perfilar nuestros proyectos a innovaciones más tecnológicas. Hasta ahora habíamos apuntado a soluciones con valor agregado”, detalló.
LEA TAMBIÉN: Envases de tecnopor: solo dos distritos de Lima aprobaron ordenanza de fiscalización
UPT Incuba -Tacna
El intercambio y oportunidad con Chile
En mayo último, UPT Incuba, de Tacna, dio un paso importante tras cuatro años de operación y un desembolso total de US$ 50,000. Consiguió la acreditación como incubadora softlanding por lo que ahora ha podido incluir en su cartera no solo proyectos de startups nacionales, también de Chile y Argentina que tienen interés en aterrizar en el mercado peruano.
Dicha acreditación le otorga, además, la posibilidad de llevar a sus proyectos y emprendimientos incubados “casi a la final” de los fondos de ProInnóvate y Startup Plug, explica Karla Tapia, coordinadora de UPT Incuba.
La pandemia significó una oportunidad a la incubadora para replantear su modelo de asesorías y priorizar algunas verticales como agro, educación, industria y logística. Esto, ante el creciente mercado de software que había atraído Tacna con su Zona Franca. “Antes habían cuatro empresas de este rubro, ahora son 12, para ellos estamos priorizando proyectos. También en agro porque, aunque sufrimos de escasez hídrica, la agroexportación continúa”, señala.
Por ejemplo, indica, actualmente están ayudando al apalancamiento de Ancestral Technologies, de Chile, que ofrece soluciones en agricultura de desierto, atendiendo a la zona sur del Perú. También han brindado asesoría al Gobierno Regional de Tacna, pues la entidad está interesada en financiar incubadoras y proyectos de innovación tecnológica. Según Tapia, el Consejo Regional emitiría una ordenanza municipal en los próximos meses.
Su próximo paso, adelanta, son los convenios de fondos con las empresas de la región, principalmente del rubro minero, salud y financiero. Ya han firmado un convenio con MiBanco para un reto de digitalización de mipymes que esperan organizar pronto.
“Las empresas podrían asesorar proyectos en edTech. Tacna es una de las regiones referentes en calidad educativa del país pero al otro lado, en Arica y Tarapacá, en Chile, no es el mismo escenario, por lo que se abre un potencial interesante para cerrar esa brecha”, indica Tapia.
“También apuntamos a los fondos para incubadoras sostenibles que nos va a pelo en Tacna por el problema hídrico, así como de energías renovables por el déficit de las hidroeléctricas. Los fondos de emprendimiento femenino también es clave para nosotros porque hay un movimiento interesante de empresarias”, finalizó.