Russell Cummer era operador de crédito en Goldman Sachs Group Inc. en Tokio cuando intentó sin éxito obtener una tarjeta de crédito.
Es algo común en Japón, especialmente para los jóvenes sin historial crediticio. La respuesta de Cummer fue decididamente poco común: terminó creando una empresa para ofrecer a las personas una alternativa a las tarjetas.
Paidy Inc., cuyos patrocinadores incluyen Soros Capital Management y Visa Inc., es ahora una de las pocas startups que no cotizan en bolsa en el país con una valoración de al menos US$ 1,000 millones. Es uno de los principales actores del sector japonés del “compre ahora, pague después”, un modelo de negocio que está teniendo mucho éxito en todo el mundo.
“Fue muy difícil para mí conseguir mi primera tarjeta de crédito en Japón”, dijo Cummer, de 41 años, en una entrevista en video. Decidimos “convertirnos en el equivalente de la tarjeta de crédito para los que no la usan”.
Los programas “Compre ahora, pague después” —conocidos como BNPL por sus siglas en inglés—, son otra forma de diferir los pagos de las compras que han aumentado su popularidad a medida que la pandemia impulsaba el auge del comercio electrónico. Sus planes de pago a plazos sin intereses atraen a los clientes más jóvenes que desconfían de los intereses de las tarjetas de crédito.
Square Inc., de Jack Dorsey, acordó en agosto la compra de la firma australiana de BNPL Afterpay Ltd. por US$ 29,000 millones. Apple Inc. está buscando incorporar la funcionalidad en su programa Apple Pay, informó Bloomberg News, asociándose con Goldman para ofrecer crédito. Y la empresa sueca Klarna Bank AB, la startup más valiosa de Europa, levantó fondos en junio con una valoración de US$ 45,600 millones.
Pero el modelo también está bajo el escrutinio de los reguladores en el Reino Unido, donde la Autoridad de Conducta Financiera dijo a principios de este año que comenzará a regular el sector. Los pagos BNPL han sido criticados porque pueden alentar a las personas a gastar más de lo que pueden pagar.
Los servicios de Paidy incluyen una opción para dividir los pagos en varias cuotas sin intereses, similar a Afterpay o Klarna. Pero una de las diferencias, dice Cummer, es que los clientes en Japón suelen querer usar efectivo incluso cuando compran en internet, pagando al conductor al momento de la entrega.
“Sigue existiendo esta fuerte preferencia por el efectivo”, afirma Cummer, presidente ejecutivo de Paidy, citando entre las razones el miedo al fraude con tarjetas de crédito. “Los mayores comerciantes de Japón han comprendido que necesitan resolver este problema”.
Paidy actúa como intermediario entre los compradores y los comerciantes, pagando a estos por adelantado y recibiendo el dinero del cliente después. Se puede utilizar en centros comerciales en línea, incluido el sitio japonés de Amazon.com Inc., y lanzó un servicio en junio para clientes que realicen compras en Apple en Japón.
Las comisiones por transacción de los comerciantes constituyen la mayor parte de los ingresos, seguidas de las comisiones de liquidación. Los cargos por demora representan menos del 5% de los ingresos, según la empresa.
Cummer dijo que vivió “algunos momentos muy oscuros” después de dejar Goldman y aventurarse por su cuenta. Creó Exchange Corp. en el 2008 como prestamista entre pares, pero el negocio no despegó. Él y sus antiguos colegas de Goldman tuvieron que poner más dinero propio para mantenerla. “Pedí prestado dinero a mi padre dos veces para poder pagar la nómina”, recuerda.
Cummer lanzó el negocio BNPL en 2014 y cambió el nombre de la compañía a Paidy en el 2018. Recaudó US$ 120 millones en su ronda de financiamiento más reciente en marzo. La empresa está valorada en US$ 1,200 millones, según la firma de investigación CB Insights, que dice que es uno de los seis unicornios con sede en Japón.
La compañía utiliza el aprendizaje automático para evaluar el riesgo de las transacciones en milisegundos y asume el riesgo crediticio por sí misma, explicóo Cummer.
Paidy es uno de los principales operadores de BNPL en Japón, aunque el mercado es más pequeño que el de Europa, Estados Unidos o Australia, según un informe de abril del Instituto de Investigación de Japón Ltd. El mercado japonés de BNPL registró transacciones estimadas por 882,000 millones de yenes (US$ 8,000 millones) en el año fiscal que finalizó en marzo, y se espera que supere el billón de yenes este año fiscal, según Yano Research Institute Ltd.