El riesgo de liquidez de las empresas, o el peligro de que estas no pueden cumplir sus obligaciones con terceros, se elevaría en un entorno local y externo más desafiante, señala Moody´s Investors Service.
Así, la calidad crediticia de muchas empresas no financieras y de infraestructura en Perú se deteriorará hasta el 2023, advierte.
En ese periodo, la posición de mercado y la liquidez de las empresas peruanas serán fundamentales para adaptarse a la elevada inflación y la desaceleración del crecimiento global hasta el 2023, agrega.
“La mayoría de los productores de commodities pueden absorber las correcciones (bajas) de precios y tener suficiente liquidez para reducir los dividendos, sin vencimientos importantes en el corto plazo. Sin embargo, a medida que el crecimiento se desacelera a nivel local, aumentará el riesgo de falta de liquidez”, sostiene.
El consenso de analistas y bancos prevé que la economía peruana se ralentizará en el 2023.
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Principal desafío de Perú
La agencia de rating afirma que el principal desafío de Perú hasta el 2023 será su volátil ambiente político.
“Tensiones persistentes de un segundo intento de juicio político al presidente Pedro Castillo siguen sacudiendo la confianza de los inversionistas y las perspectivas de crecimiento de mediano plazo del país, contrarrestando los beneficios de los (aún) altos precios de las materias primas y frenando nuestras previsiones de crecimiento del PBI”, añade.
En el frente externo, alerta que la exposición del país a su principal socio comercial, China (que cada vez crece menos), pone en riesgo aún más la economía peruana.
Sector vulnerable
En cuanto a las empresas mineras, señala que los fundamentos financieros que respaldan el pago de sus créditos u obligaciones se deteriorarán pese a los precios históricamente altos de la mayoría de metales.
Si bien las empresas mineras redujeron la deuda y pagos de dividendos, el sector es cada vez más vulnerable a los posibles aumentos de impuestos y a la creciente oposición social, particularmente Buenaventura, asevera.
Vislumbra que hasta el 2023 se mantendrán bajos los márgenes promedio del Ebitda (ganancias operativas) para las empresas locales del sector consumo.
“La liquidez será crítica para estas empresas ya que la inflación y los problemas de la cadena de suministro aumentan la necesidad de crear inventarios, lo que requiere mayor capital de trabajo a niveles que podrían reducir la liquidez (de estas empresas)”, refiere.
A medida que aumentan las tasas de interés, las condiciones de financiamiento seguirán siendo muy difíciles para las empresas peruanas, en particular para los productores industriales de alto rendimiento; y aquellos con una liquidez más débil enfrentarán una complicación creciente para hacer frente a próximos vencimientos sin planes claros de refinanciamiento, dice Moody’s.
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Líneas de crédito
Los propios costos de refinanciación también aumentarán considerablemente, creando peligros para las empresas con vencimientos inminentes.
Da cuenta de que Alicorp, a junio último, tenía S/ 1,861 millones con vencimiento en diciembre del 2023. Sin embargo, la empresa tenía S/ 825 millones en efectivo, una línea de crédito revolvente recientemente asegurada por US$ 120 millones, y otras por S/ 4,500 millones.
El grupo agroindustrial Camposol tiene US$ 99 millones en vencimiento hasta diciembre del 2023, la mayor parte se relaciona con líneas de capital de trabajo para cubrir aumentos de costos, incluidos fletes y fertilizantes.
“La calidad crediticia de la mayoría de las empresas no financieras peruanas se deteriorará en el 2023 desde los niveles actuales, pero seguirá siendo sólida”, resalta, no obstante.
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