Glencore Plc es la última gran minera que ajusta sus previsiones de producción, en lo que se está convirtiendo en un comienzo de año difícil para las empresas que extraen algunas de las materias primas más importantes del mundo.
La tendencia en la industria es clara: las empresas más grandes no están produciendo tanto como dicen que producirán. Rivales como Grupo BHP, Rio Tinto Group y Anglo American Plc, informaron la semana pasada números de producción decepcionantes, en tanto que los costos están aumentando considerablemente en la mayoría de las operaciones.
Las decepciones son un recordatorio de lo difícil que es mantener y aumentar el suministro de los metales que alimentan las fábricas y los sitios de construcción del mundo. Las nuevas minas requieren de miles de millones de dólares y pueden pasar décadas antes de que estén listas para comenzar, si es que llegan a ese punto.
En operaciones existentes, las empresas están luchando con todo, desde el ausentismo por COVID-19 hasta el clima extremo y los errores básicos que perjudican la productividad y aumentan los gastos.
La industria minera ha sido una de las grandes ganadoras de la recuperación económica posterior a los confinamientos y las amenazas de interrupción del suministro tras la invasión de Rusia a Ucrania. En los últimos 12 meses, casi todos los metales y minerales importantes han alcanzado precios récord impulsando las ganancias en el precio de las acciones en todo el sector.
Los suministros son escasos a nivel mundial: las reservas de metales monitoreados por las principales bolsas como el zinc y el aluminio han caído a niveles peligrosamente bajos después de que la demanda se recuperó el año pasado y los sistemas logísticos globales se vieron afectados.
Si bien existen crecientes expectativas de que la demanda se verá afectada por el estricto confinamiento en China por el resurgimiento del COVID-19 y los obstáculos económicos en otros lugares, los precios de la mayoría de los metales clave aún se encuentran en niveles históricamente altos, muchos de ellos no han caído sustancialmente desde los récords establecidos a principios de este año. mientras que los inventarios de los almacenes en general siguen siendo escasos.
Si bien los productores se benefician de las crisis de suministro que elevan los precios de sus metales, la minería en sí misma es, en última instancia, un negocio de logística y es muy susceptible a problemas laborales y de suministro.
El cobre, utilizado en todo, desde cables hasta motores eléctricos, se ha visto especialmente afectado, en tanto que casi todos los principales productores han recortado sus previsiones.
“Las interrupciones del suministro en varios lugares están poniendo en riesgo la producción”, dijo a principios de esta semana la analista de Morgan Stanley Amy Sergeant. “Los riesgos para el suministro están aumentando en el corto plazo, lo que podría mantener el mercado del cobre más ajustado en el segundo trimestre”.
El impacto potencial en la oferta de las dificultades que enfrentan los mineros también se puede ver en el extremo inferior del mercado, lejos de las grandes empresas. Tungsten West Plc, que está tratando de reiniciar la operación en una mina de tungsteno y estaño en el Reino Unido, se vio obligada la semana pasada a detener el trabajo después de que aumentó el costo del acero, el cemento y la energía.
También hay presión de oferta por el creciente nacionalismo de los recursos. En Perú, el aumento en los disturbios sociales ha incluido interrupciones prolongadas en las minas propiedad de MMG Ltd. y Southern Copper Corp.
A más largo plazo, un mayor escrutinio de los aspectos ambientales y sociales de la minería hace que sea más complicado y costoso poner en marcha los proyectos. La semana pasada, las autoridades chilenas recomendaron rechazar la propuesta de Anglo para extender la vida útil de su mina de cobre Los Bronces, citando la falta de información sobre el riesgo potencial para la salud pública.
Glencore dijo el jueves que este año extraería 40,000 toneladas menos de cobre de lo previsto originalmente, mientras que el zinc se redujo en 100,000 toneladas. Otro gran productor de cobre First Quantum Minerals Ltd., recortó el martes su objetivo de producción de cobre.
La semana pasada hubo una ola de decepcionantes informes de producción. Anglo detalló problemas en su negocio minero, señaló un aumento en los costos previstos para el año y recortó su pronóstico de producción.
El Grupo BHP se vio obligado a reducir su objetivo de producción de la mina de cobre más grande del mundo. Rio Tinto y Vale SA de Brasil registraron resultados de producción débiles. Freeport-McMoRan Inc. dijo que esperaba que los costos aumentaran.
Ese desempeño ha afectado duramente a las acciones mineras. En lo que va del mes, el índice Bloomberg World Mining ha perdido un 12% de su valor, encaminándose al peor desempeño desde los primeros días de la pandemia mundial.
“La inflación de costos (mala) y las preocupaciones sobre la demanda (peor) fueron los temas dominantes en los resultados informados la semana pasada”, dijo el analista de Jefferies Christopher La Femina. “El mercado claramente no tomó con amabilidad estos problemas”.