Axel Weber, presidente de UBS, declaró en un juzgado que dejó claro en setiembre a su homóloga del banco Santander, Ana Botín, que el banco negaría a Andrea Orcel una indemnización si abandonaba su cargo para fichar por su competidor español, lo que demuestra el papel fundamental que desempeñó en la disputa.
Andrea Orcel, el principal banquero de inversión de UBS por aquel entonces, ha demandado al Santander, para obtener una indemnización en un tribunal español, después de que el banco retirara una oferta para convertirlo en consejero delegado debido a desacuerdos sobre los pagos diferidos que perdería.
Botín declaró en mayo ante un tribunal que conocía la posición de Weber, pero que el consejero delegado de UBS en ese momento, Sergio Ermotti, tenía una opinión diferente.
Cualquier pago de UBS habría reducido la indemnización que el Santander tenía que pagar a Orcel. La postura oficial de UBS no se conoció hasta mediados de noviembre, según Botín. Ermotti nunca ha aclarado públicamente su posición y no ha sido llamado a declarar.
Weber dijo el miércoles que UBS despoja a un empleado que se vaya voluntariamente a otra entidad financiera de cualquier pago diferido y dejó clara la posición del banco ante el Santander.
“El 24 de setiembre (del 2018) tomamos una decisión definitiva, incluía que UBS no pagaría la indemnización, que se aplicaría el periodo de baja de seis meses, y también incluía que no había duda de que Santander cualificaba como entidad de servicios financieros”.
Al preguntársele si Ermotti estaba involucrado en las conversaciones sobre los pagos que podrían corresponder a Orcel, Weber dijo al juez del tribunal de Madrid, Javier Sánchez Beltrán, a distancia desde Suiza, que la compensación era un asunto del consejo de administración del banco suizo, no de los ejecutivos.
¿Oferta vinculante o no?
El caso gira en torno a si una carta de oferta de cuatro páginas dirigida a Orcel en setiembre del 2018 era un contrato vinculante o una oferta inicial no vinculante, como afirmó Botín en la primera sesión de la vista judicial en mayo.
En enero del 2019, el Santander dijo que el banco no podía satisfacer las demandas salariales de Orcel, que incluían cubrir hasta 35 millones de euros (US$ 41 millones) de un paquete de compensación de 55 millones de euros que debía recibir en años futuros de UBS.
Botín dijo en mayo que la carta de oferta a Orcel había declarado que cualquier pago que fuera a recibir de su antigua empresa, UBS, contribuiría a reducir la compensación total pagada por el Santander. Señaló que en diciembre del 2018 Orcel le trasmitió que la cifra de 13.7 millones de euros que se debía reducir del buyout no se iba a restar.
El miércoles, Roberto di Bernadini, jefe de recursos humanos del Santander en ese momento, dijo al tribunal que “la recompra era una parte muy importante del pago de Orcel en la carta de oferta, que establecía un máximo, y también incluía la obligación de Orcel de negociar con UBS el pago de los aplazamientos o al menos una parte”.
La audiencia finalizó a la espera de que los abogados presenten sus alegaciones finales antes del 5 de noviembre. La sentencia podría tardar días o semanas en darse a conocer, según dijeron a Reuters dos fuentes con conocimiento del asunto.
Orcel, que no ha sido llamado a declarar, solicitó originalmente hasta 112 millones de euros al Santander por incumplimiento de contrato y daños a su carrera por la retirada de la oferta.
Sin embargo, en mayo, retiró la parte de su demanda legal que exigía al banco español su contratación tras ser nombrado consejero delegado del italiano UniCredit.
También redujo su demanda a 66 millones-76 millones de euros, según fuentes cercanas al asunto, un documento judicial y el abogado del Santander. Orcel declinó hacer comentarios a los periodistas tras la vista del miércoles.
El responsable de compensaciones de UBS, Mark Shelton, dijo que el banco había seguido pagando a Orcel aplazamientos en el 2020 y 2021 después de que la oferta del Santander se retractara. Se negó a dar detalles de las cantidades.