Desde su ingreso a bolsa en el 2013, Twitter solo fue rentable esporádicamente. ¿Su compra por parte de Elon Musk ofrece perspectivas financieras más positivas para la red social?
A mediados de abril, el multimillonario afirmó durante una entrevista en la conferencia Ted2022 que su decisión de comprar la empresa no tiene motivaciones económicas.
“No es una forma de ganar dinero”, sostuvo el número uno de Tesla. “Tengo simplemente la fuerte intuición que tener una plataforma pública y abierta a la mayor cantidad de gente es extremadamente importante para el futuro de nuestra civilización”, aseguró.
En el New York Stock Exchange (NYSE), desde hace poco menos de nueve años, Twitter tuvo pérdidas cada año, con excepción del 2018 y 2019, cuando el grupo obtuvo algo más de US$ 1,000 millones de ganancia.
Comprada por Musk por US$ 44,000 millones, es una empresa pequeña con respecto a Facebook, cuya capitalización bursátil es de más de US$ 500,0000 millones.
Los ingresos de Twitter provienen esencialmente de la publicidad, pero la plataforma no atrae suficientes internautas para obtener ingresos considerables.
A fin del 2021, Twitter tenía 217 millones de usuarios “monetizables”, es decir expuestos a la publicidad en la plataforma, lejos de los casi 2,000 millones de usuarios de Facebook.
Twitter publicará el jueves sus resultados del primer trimestre. Wall Street prevé un beneficio por acción de tres centavos y una facturación de US$ 1,200 millones.
Financiamiento
Aunque la rentabilidad no parece ser la prioridad de Musk, el hombre más rico del mundo buscará como mínimo no perder dinero, en particular porque una parte de la compra será financiada con fondos propios.
En un documento presentado a las autoridades bursátiles la semana pasada, el empresario dijo contar con US$ 46,500 millones: US$ 21,000 millones de su fortuna personal y el resto de préstamos del banco Morgan Stanley y un grupo bancario que integran Société Générale y BNP Paribas.
Musk no ha detallado cómo planea aumentar la facturación de Twitter, salvo por un tuit en el que sugiere bajar el precio de la versión paga de la red, Twitter Blue, actualmente en US$ 2,99 mensuales; otorgar una cuenta certificada a los abonados que pagan y suprimir la publicidad para esos usuarios. Luego retiró este mensaje.
Otro camino sería reducir el número de empleados de Twitter, lo cual podría ir de la mano de su voluntad de aligerar la moderación de contenidos en la plataforma.
A fines del 2021, el grupo californiano contaba con 7,500 empleados en el mundo. Según un estudio de la escuela de comercio de la New York University, Twitter empleaba en el 2020 unos 1,500 moderadores.
También podría buscar aumentar el crecimiento del número de usuarios y los ingresos publicitarios, o agregar nuevas funciones pagas en la plataforma.
“Tiene su propio plan en mente”, asegura Angelino Zino, analista de CFRA. “Si logra implementar un modelo con ofertas de abonos, conservando a la vez las opciones gratuitas, podría funcionar”, añadió.
Endeudamiento
Al financiar una parte importante de la compra con créditos, Musk aumentará el nivel de endeudamiento de Twitter.
La agencia de calificación financiera S&P indicó el lunes que podría bajar varios escalones la nota de crédito de la red social, actualmente en BB+, y ponerla en perspectiva negativa.
Para Zino, la principal interrogante no es tanto la deuda de Twitter sino la forma en la cual se concretará el aporte personal de Musk.
El millonario podría asociarse a otros inversores para no comprometerse solo con su fortuna. “Si logra incorporar otros espíritus brillantes” a la empresa “aumentará probablemente sus chances de éxito”, concluyó Zino.