"A pesar de una fuerte tasa de crecimiento global del 5.9% en el 2021, los recientes retrocesos en la lucha con la pandemia sumados a las perturbaciones en los suministros han afectado a las perspectivas económicas de la comunidad empresarial internacional", apunta el documento. (Foto: iStock)
"A pesar de una fuerte tasa de crecimiento global del 5.9% en el 2021, los recientes retrocesos en la lucha con la pandemia sumados a las perturbaciones en los suministros han afectado a las perspectivas económicas de la comunidad empresarial internacional", apunta el documento. (Foto: iStock)

La pandemia de COVID-19 y los problemas en las cadenas de suministros globales son los grandes desafíos identificados por las empresas a nivel mundial para el 2022, según la Encuesta Económica Global publicada hoy por Eurochambres, que representa a las cámaras de comercio europeas.

Les siguen, de lejos, la inestabilidad política, el precio de las materias primas, el endurecimiento de las condiciones de financiación o las crisis fiscales; y el aumento de la inflación, según este informe, elaborado con la colaboración de la Plataforma Global de Cámaras de comercio.

“A pesar de una fuerte tasa de crecimiento global del 5.9% en el 2021, los recientes retrocesos en la lucha con la pandemia sumados a las perturbaciones en los suministros han afectado a las perspectivas económicas de la comunidad empresarial internacional”, apunta el documento.

COVID-19

El presidente de Eurochambres, Christoph Leitl, explicó en una entrevista con EFE que la evolución del virus es la “principal preocupación” de las empresas europeas y pidió un “plan global de salud” para atajar la situación.

“No se trata sólo de quién está vacunado en España, Austria o Alemania, sino quién está vacunado en todo el mundo; necesitamos un plan global de salud organizado por el G20″, sugirió.

Leitl añadió a continuación que es necesaria una “combinación global” porque, actualmente, “cada continente va por su lado” y es vital “cumplir las demandas de aquellos países que no pueden permitirse las vacunas solos”.

La duración de la pandemia ha minado las expectativas de crecimiento para muchas empresas, si bien estas siguen siendo “ligeramente positivas”, según el informe.

Las más pesimistas son las del sureste asiático, chinas y rusas, mientras que en Europa, América Latina, Turquía y la región del Golfo son algo más optimistas.

Suministros y energía

En su ánimo pesan, además de la pandemia, una crisis global de suministros que “probablemente persistirá en el 2022″.

Para abordar este problema, las empresas consultadas abogan por intensificar la cooperación multilateral para anticiparse a las crisis y planificar mejor, así como por dar incentivos financieros para facilitar el comercio de materias primas y bienes intermedios.

No consideran prioritario, sin embargo, reducir los aranceles a las exportaciones de materias primeras de terceros países.

El presidente de Eurochambres suma a estos asuntos los elevados precios de la energía y subraya que “la respuesta” a este fenómeno debería basarse en medidas para “reforzar e incrementar las tecnologías verdes y las energías renovables”.

En una línea similar a su propuesta para la pandemia, Leitl aboga por articular un “plan global sobre suministro energético” con el objetivo de evitar que los precios energéticos sigan teniendo un impacto sobre el crecimiento económico mundial.

Las empresas, que anticipan que los precios seguirán subiendo en el “futuro próximo”, insisten además en la necesidad de aumentar la resiliencia ante la volatilidad de los precios de las materias primas vistos en 2021.

Financiación y fiscalidad

Por otra parte, temen también la vulnerabilidad en los mercados financieros si se da una “retirada repentina de las políticas monetarias expansivas”, así como un encarecimiento del empréstito o dificultades para acceder a inversión extranjera directa.

Por el lado fiscal, se muestran preocupadas por la aplicación del acuerdo tributario internacional sellado en la OCDE, que establece un tipo mínimo global del 15% para el impuesto de sociedades y que las compañías deben tributar en todos los países dónde hagan negocio por una parte de sus beneficios, aunque no tengan sede en ellos.

Apuntan, en concreto, que no hay herramientas para asegurar que se cumplirán las normas ni un mecanismo de resolución de disputas.

Las compañías piden además a los Gobiernos seguir tomando medidas de apoyo al empleo.

A modo de resumen, el presidente de Eurochambres reclama “un marco político global” auspiciado por el G20 que dé respuesta a los problemas que tiene una escala internacional.

“Vivimos en una sociedad global y en una economía global y necesitamos un marco político global. Por eso pedimos que, por favor, no se hagan cumbres con conclusiones generales, que sean concretos y acuerden las medidas que pedimos”, dijo.