Las malas noticias se acumulan para el A380 después de que la aerolínea australiana Qantas anulara el último jueves la compra de ocho aparatos, un duro golpe para el avión de pasajeros más grande del mundo cuyo futuro depende ahora de la compañía Emirates.
¿El gigante de los cielos vive sus últimas horas? "Sinceramente parece inevitable", estima un experto del sector que pidió el anonimato. "No es nuevo. Airbus se enfrenta a un difícil dilema, y mientras menos pedidos haya, más difícil será la situación", añade.
"El programa no ha alcanzado un equilibrio económico", señala este experto, y "el ritmo de producción actual no es sostenible, incluyendo para los proveedores de Airbus".
La amenaza de un cierre del programa se cierne desde hace años sobre el A380, hasta el punto que el fabricante europeo se ha visto obligado a reducir al mínimo el ritmo de producción del Super Jumbo.
En el 2018 Airbus redujo la cadencia de producción del A380, pasando a un aparato por mes en el 2018 contra un total de 27 en el 2015.
A inicios del 2018 Emirates Airlines lanzó un salvavidas al A380 con un pedido de 36 aparatos, con una opción de compra para 10 unidades, dando a Airbus "una visibilidad para al menos los próximos 10 años", según dijo entonces el máximo directivo del grupo, Tom Enders.
Pero ahora este pedido parece estar en entredicho. Emirates podría dejarse seducir por el A350, el recién estrenado bimotor de Airbus, más competitivo pero sobre todo más polivalente que el A380.
De ser así, el programa A380, que sufre de un déficit de ventas, quedaría en la cuerda floja.
Airbus anunció la semana pasada que "está en negociaciones con Emirates sobre su contrato del A380", sin dar más detalles. "Los detalles sobre las negociaciones comerciales con clientes son confidenciales", añadió.
Con 178 aparatos, Emirates es el principal cliente del Super Jumbo. El exdirector comercial de Airbus, John Leahy, había advertido que la ausencia de un pedido de Emirates marcaría el fin del programa A380. "Honestamente, si no llegamos a un acuerdo con Emirates, no tendríamos más opción que poner fin al programa", había declarado entonces.
Competencia feroz
Queda por ver si Airbus se decide a dar el paso y cuándo. Tom Enders, que dejará el timón de Airbus en abril, podría ser el encargado de hacerlo para no dejar esa carga a su sucesor Guillaume Faury.
Esta decisión consagraría la estrategia desplegada desde los años 2000 por Boeing, frente a Airbus. El estadounidense apostó por un avión de larga distancia de menor capacidad, el 787.
Mientras tanto, el A380, que es muy popular entre los pasajeros por su confort, sigue suscitando el interés de las grandes compañías aéreas.
"No me preocupa el A380", declaró el viernes pasado Willie Walsh, líder del grupo IAG (British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level). "Estamos muy contentos con los 12 A380 de British Airways. Es un aparato excelente", agregó.
Y añadió: Si Airbus "quiere vender aparatos, debe ser más agresivo en cuanto al precio, porque la competencia es grande entre los fabricantes aeronáuticos".
Más grande que un Boeing 747, el A380 puede llevar 575 pasajeros, e incluso 850 en su capacidad máxima, gracias a sus 550 m2 de superficie.
