Con la recuperación económica del país, sumado al otorgamiento de incentivos del Gobierno como bonos familiares, retiro de AFP y CTS, la población incrementó sus ingresos y los destinó para efectuar mejoras y reparaciones en sus viviendas. Ante esto, los despachos totales de cemento de las fábricas peruanas en el periodo de enero a mayo 2021, incluidas las exportaciones, ascendieron a 5.3 millones de toneladas respecto al 2020.
Según el último informe de Apoyo & Asociados Fitch Ratings, estas cifras demostraron una recuperación de 101.9% respecto al año atípico del 2020. En esa misma línea, si se compara con el mismo periodo del 2019, se registró un incremento de 15.4%.
En efecto, esta situación se dio luego de que el PBI peruano cayera un 11.1% en el 2020 entre marzo y junio, debido a las restricciones decretadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia del COVID-19. Por lo cual, el sector construcción había registrado un decrecimiento de 13.9%, que finalmente logró recuperarse en 19.0% al último trimestre, impulsado principalmente por la autoconstrucción.
Para este año, el PBI del sector construcción logró un incremento de 41.4% al primer trimestre, respecto a similar periodo del 2020.
Mercado local
El mercado local de cementeras está compuesto por cuatro grupos empresariales distribuidos en cinco empresas productoras de cemento. En primer lugar está UNACEM, que atiende a las regiones del centro del país y hasta mayo de este año ha realizado 5,285 despachos de cemento, un crecimiento de 26.6% respecto al 2020.
En segundo lugar se encuentra Yura, que opera en el sur del Perú y está vinculada al Grupo Gloria. Esta empresa ha realizado 2,582 despachos y un crecimiento de 24.8% comparado al año anterior.
El tercer grupo empresarial es Cementos Pacasmayo y Cementos Selva, las cuales atienden a las regiones del norte del país y pertenecen al Grupo Hochschild. En este caso, se observa que han realizado 3,417 despachos hasta mayo, con un crecimiento de 32.6%.
Finalmente está Cementos Inca, la cual también destina su producción a la zona centro y pertenece a la familia Choy. Esta última ha realizado 466 despachos y una evolución de 21.9% comprado al 2020. Cabe destacar que existen importadores de cemento que abastecen básicamente las ciudades de Lima e Iquitos.
Competitividad
La competitividad de las cementeras depende principalmente de su estructura de costos, la cual está en función del costo de la energía, combustibles, materias primas y transporte. Asimismo, sólo compiten en las zonas límites de su radio de acción debido a su distribución geográfica.
Entre las características del sector se destaca que existe un limitado poder de negociación de los clientes, ante la escasez de una base consolidada de ellos y de empresas que produzcan bienes con mayor valor agregado a base de cemento.
Además, el reducido poder de negociación de proveedores debido al bajo costo de los principales insumos. También la baja rivalidad entre las empresas competidoras debido a la exclusividad geográfica actual.
La alta correlación con la autoconstrucción, y con la inversión pública y privada son factores importantes en la industria cementera. Finalmente, la existencia de barreras de entrada, debido a la alta capacidad instalada, requerimientos fuertes de inversión en activo fijo, costo de transporte y necesidad de una red de distribución.