Tras un 2020 en negativo, el sector acuícola peruano crecería este año entre 25% y 30% por la alta demanda en el mercado internacional de especies hidrobiológicas y la continuidad de inversiones en el segmento, proyectó el gerente de Línea de Pesca de la multinacional belga Manuchar, Gino Toscanelli.
“Estamos en un proceso de diversificar nuestra línea de pesca, enfocados en el sector acuícola, y pensamos tener una mejor incursión en la producción de trucha y especies de la Amazonía, aunque está en función de la industrialización que se logre”, dijo. Actualmente, la empresa solo ha priorizado su participación en la cadena de langostinos y harina de pescado.
En el 2020, la cosecha acuícola peruana fue de 143,830 toneladas, una contracción de 10.8% respecto al 2019, explicado por una menor producción de langostinos y conchas de abanico, mientras que el paco (de la Amazonía) y la trucha repuntaron en 15.7% y 6.7%, respectivamente, según datos del Ministerio de la Producción (Produce).
Pese a la caída y la eliminación de los beneficios tributarios que gozaban las empresas del sector -aplicaban a la extinta Ley de Promoción Agraria con una tasa de 15% del Impuesto a la Renta (IR)-, Toscanelli señaló que las inversiones para la acuicultura no pararon “principalmente, por la gran demanda interna y externa de productos pesqueros que son de alto valor nutricional. Si bien hay situaciones coyunturales (crisis política) el sector sigue empujando su crecimiento”, mencionó.
Así, para este año el sector acuícola peruano alcanzaría un crecimiento de hasta 30%, empujado por la recuperación de langostinos y conchas de abanico, y para el 2022, se prevé un crecimiento de 15% para luego retornar a los niveles prepandemia, de entre 8% y 10% de crecimiento anual.
“Pensamos que al 2030, del total de la producción pesquera nacional, los productos acuícolas representarán el 10%, hoy solo representan el 1.4%”, anotó Toscanelli.
Impulso tributario
Al ritmo de las buenas proyecciones de la actividad acuícola, la línea de pesca de Manuchar estima un crecimiento de 10% en sus ventas este año (2,500 toneladas de productos para la acuicultura), pero apunta a más.
“Además de los beneficios tributarios que siempre son un incentivo para la inversión, las empresas acuícolas necesitan invertir en tecnología, y para ello deben formalizarse y asociarse. Necesitamos que se industrialice no solamente el langostino, sino también la trucha, el paiche y la tilapia”, aseguró.
Toscanelli afirmó que Piura lidera no solo la producción sino también la innovación en el sector acuícola pues han logrado adaptar la producción de langostinos en agua dulce. Le sigue Tumbes, Puno y Ancash, éstos últimos con cultivos de trucha principalmente.
No obstante, las regiones de la selva aún están rezagadas y es ahí donde se necesita una mayor intervención institucional, como del Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes), para capacitar a productores en estándares de calidad y diversificación de especies.
Cabe recordar que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha propuesto, en el marco del pedido de delegación de facultades en materia tributaria, que se aplique el mismo Impuesto a la Renta del sector agroexportador a la actividad acuícola y forestal; lo que quiere decir: de 15% al 2030 para aquellas empresas que no superen las 1,700 unidades impositivas tributarias (UIT) en ventas.
Datos
- Consumo per cápita en Perú de productos hidrobiológicos es de 18 kilos en promedio al año.
-Los envíos acuícolas del 2020 sumaron 58,580 toneladas y se dirigieron principalmente a Estados Unidos, Corea del Sur y España.