El presidente ejecutivo de Latam Airlines Group quiere sacar a su compañía de la bancarrota el próximo año con una huella de carbono y costos cada vez más bajos, lo que podría ayudarla a crecer dentro del mercado de viajes que sigue recuperándose de la pandemia del coronavirus.
Roberto Alvo dijo que la aerolínea más grande de América Latina está avanzando en un plan de financiamiento que presentará a un juez el próximo mes, lo que la pondrá en camino de salir de la protección por bancarrota para tan pronto como la primera mitad del 2022.
Durante el proceso del Capítulo 11, en el que entró en mayo pasado, la empresa reorganizó su flota y redujo drásticamente los costos operativos para competir con los transportistas de bajo costo. Pero Alvo, un veterano de la empresa de dos décadas que asumió el cargo de director ejecutivo en abril pasado cuando la pandemia golpeaba más a la industria aérea, está enfatizando en el papel de la aerolínea como ciudadano corporativo, incluida su promesa de reducir las emisiones de carbono.
Latam “será financieramente mucho más fuerte que antes, estará muy dispuesta y será capaz de aprovechar las oportunidades del mercado para crecer”, dijo Alvo en una entrevista en Bogotá al margen de una conferencia de aerolíneas. “Sin embargo, lo más importante es que los países donde operamos consideran a la empresa como un activo para la sociedad”.
Los transportistas de todo el mundo, incluido Latam, se comprometieron a eliminar emisiones de carbono de forma neta para el 2050, en tanto que la industria se alinea con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global. Las aerolíneas tienen pocas opciones para alcanzar el objetivo, al menos a corto plazo, ya que la producción de combustibles más sostenibles sigue siendo limitada.
Para compensar su producción de CO2, Latam ha invertido en proyectos de conservación y reforestación, y ha agregado más aviones Airbus A320neo, con eficiencia de combustible, a su flota.
Adicionalmente, instaló un software de trayectoria de vuelo que permitirá ahorrar más de 20,000 toneladas de combustible al año. Alvo dijo que las inversiones beneficiarán en última instancia a los resultados de la compañía, ya que los pasajeros reconocen el trabajo de Latam en sostenibilidad.
“Es perfectamente compatible tener un negocio rentable mientras se usa su plataforma para ayudar a las sociedades donde operamos”, dijo.
El próximo año, la demanda en sus cinco mercados domésticos sudamericanos estará en niveles prepandémicos, pero los viajes internacionales tardarán un poco más, señaló. Latam espera que la rentabilidad anterior al covid regrese en el 2024.
Flota en tierra
La aerolínea con sede en Santiago solicitó acogerse al Capítulo 11 después de que se vio obligada a dejar en tierra a la mayor parte de su flota cuando los Gobiernos cerraron las fronteras y el espacio aéreo en un intento por contener la propagación del coronavirus. Otras dos aerolíneas importantes de la región, Avianca Holdings y Grupo Aeroméxico, también se declararon en quiebra.
Un año y medio después de iniciado el proceso, la quiebra de Latam comienza a alargarse, al menos a los ojos de algunos acreedores.
La compañía ha mantenido conversaciones con los acreedores sobre los detalles de un plan de reestructuración, pero sigue existiendo un “abismo económico enorme” entre esta y un grupo clave de tenedores de deuda, escribieron los abogados de los acreedores en documentos judiciales este mes. Su grupo oficial de acreedores de bajo rango teme que se vea obligado a aceptar un plan subóptimo.
Una cuestión clave es si los accionistas obtendrán algo cuando finalice la quiebra. En Estados Unidos, donde se está desarrollando el proceso, los accionistas son los últimos en la fila para el reembolso y, por lo general, son eliminados. Pero en Chile, los accionistas tienen ciertos derechos legales que podrían estar en desacuerdo con las reglas estadounidenses. Los principales accionistas de Latam incluyen a la familia Cueto, Delta Air Lines Inc. y Qatar Airlines.
La semana pasada, Latam obtuvo permiso para acceder a una línea de crédito de US$ 750 millones proporcionada por Oaktree Capital Management y Apollo Global Management. La compañía aún tiene capacidad de endeudamiento bajo otras líneas de crédito obtenidas durante su quiebra, pero el efectivo fresco es más barato que esas otras opciones, indicó la compañía.
Latam solicitó una extensión judicial para presentar su plan para salir del Capítulo 11. De aprobarse, tendría hasta el 26 de noviembre para presentar el plan, una fecha límite que Alvo dijo que está “seguro” de que la compañía cumplirá.
“La empresa está trabajando duro y asegurándose de que pueda negociar algo que sea bueno para todos los interesados y que cumpla con las leyes chilenas y estadounidenses”, dijo.
El caso es LATAM Airlines Group SA et al., 20-11254, Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York (Manhattan).