(Bloomberg).- JAB Holding Co., la firma de inversión propietaria de Krispy Kreme y Keurig Green Mountain, acordó comprar Panera Bread Co. por unos US$ 7,200 millones, añadiendo una cadena de panaderías a un imperio alimenticio que abarca el café, las rosquillas y los panecillos.

El acuerdo coloca a JAB en el mercado de restaurantes de comida rápida y casual -una categoría que ofrece ingredientes más frescos e incluye a firmas como Chipotle Mexican Grill Inc. y Shake Shack Inc. También da a la firma acceso a los clientes de almuerzo y cena, a los que su actual lista de marcas no tiene tanta llegada.

Para los estadounidenses, la transacción significa que otro nombre muy familiar estará bajo la bandera de la poco conocida compañía europea. JAB, el vehículo de inversión de la multimillonaria familia australiana Reimann, ya adquirió Caribou Coffee, Einstein Noah Restaurant Group, Peet's Coffee & Tea y Stumptown Coffee Roasters en una frenética ola de compras.

"Nadie ha recorrido un camino de adquisiciones tan agresivo y de gran alcance, con tal enfoque en los Estados Unidos", dijo Jeffrey Young, máximo ejecutivo de la firma de consultoría de café Allegra Strategies.

"Se han convertido rápidamente en una de las tres empresas más influyentes en el café", dijo, ya que JAB se ubica junto a Starbucks Corp. y Nestlé SA. "Uno se pregunta qué es lo siguiente para ellos."

Visión a largo plazo"Estamos encantados de unirnos a JAB, un inversor privado con una perspectiva a largo plazo, así como un profundo compromiso con nuestro plan estratégico", dijo Ron Shaich, el máximo responsable de Panera, en un comunicado.

Los inversores de Panera recibirán US$ 315 por acción en efectivo, de acuerdo con una declaración emitida el miércoles. La cifra es 20% mayor que el precio de cierre del 31 de marzo, el último día de negociación antes de que Bloomberg informó que Panera estaba considerando una venta.

JAB asumirá US$ 340 millones en deuda de Panera, lo que eleva el acuerdo a un total cercano a US$ 7,500 millones. La operación valora a Panera en 19 veces las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda, por sus siglas en inglés), lo que coloca la transacción en el mismo rango que la adquisición de Krispy Kreme por parte de JAB, pero es cara según los estándares de la industria de restaurantes. Acuerdos comparables han obtenido nueve veces la Ebitda, según datos compilados por Bloomberg.

Panera subió hasta un 14% a US$ 312.50 en Nueva York después de que fue anunciada la adquisición. Las acciones de la empresa con sede en St. Louis ya acumulaban un alza de 34% este año, impulsadas en parte por la especulación de un acuerdo.

Interés de StarbucksStarbucks fue la primera empresa en expresar interés en una adquisición de Panera, según dijeron a Bloomberg dos personas al tanto de la situación. Starbucks está buscando maneras de generar más dinero a partir de los alimentos, y comprar una cadena de panaderías con más de 2,000 cafés en los Estados Unidos y Canadá le daría una presencia masiva en esa categoría.

Pero el gigante del café se ha mantenido lejos de las grandes adquisiciones. Su mayor transacción hasta ahora fue la compra de Teavana por unos US$ 600 millones.

También compró la cadena de panadería La Boulange por alrededor de US$100 millones en el 2012, pero Starbucks la cerró en el 2015. Starbucks todavía vende pasteles de la marca Boulange en sus cafés.

Panera, mientras tanto, registra cerca de US$ 5,000 millones en ventas del sistema. Se ha expandido constantemente en los últimos años, creciendo desde una sola tienda en Boston para convertirse en uno de los mayores competidores entre los restaurantes de comida rápida y casual.

Se espera que la compra de Panera cierre en el tercer trimestre, sujeta a las aprobaciones de accionistas y reguladores.

Panera se asesoró con Morgan Stanley y la firma de abogados Sullivan & Cromwell para el acuerdo. JPMorgan Chase & Co. asesoró a JAB.