Esta herramienta engloba inteligencia artificial, biología sintética, nanotecnología y computación cuántica, entre otras tecnologías avanzadas. (Foto: Pixabay)
Esta herramienta engloba inteligencia artificial, biología sintética, nanotecnología y computación cuántica, entre otras tecnologías avanzadas. (Foto: Pixabay)

Las inversiones en Deep Tech o tecnología profunda, se cuadruplicó en los últimos cinco años a nivel global al pasar de los US$ 15,000 millones en el 2016 a más de US$ 60,000 millones en el 2020, estimó la consultora Boston Consulting Group (BCG).

Esta herramienta engloba inteligencia artificial, biología sintética, nanotecnología y computación cuántica, entre otras tecnologías avanzadas. Su convergencia permite acelerar y redefinir la innovación durante las próximas décadas.

“La nueva gran ola de innovación será impulsada por los emprendimientos basados en Deep Tech. Su impacto económico, social y en el ámbito de los negocios se sentirá en todos lados porque las empresas apuntan a resolver varios de nuestros problemas más complejos”, sostuvo Marcial González, Managing Director & Partner at Boston Consulting Group (BCG)

A fines del 2020, se pudo apreciar el poder de este ecosistema cuando Moderna y el equipo de Pfizer/ BioNTech desarrollaron dos vacunas contra la COVID-19 en menos de un año. Sí bien estos laboratorios realizaron un trabajo notable a gran velocidad, también es cierto que se beneficiaron del trabajo de muchos otros, incluyendo gobiernos, capital de riesgo y grandes negocios.

¿Qué permiten las Deep Tech?

Las empresas de Deep Tech exitosas tienden a mostrar cuatro atributos complementarios:

  • Se orientan en los problemas. Se enfocan en resolver los asuntos más grandes y fundamentales, como lo demuestra el hecho que el 97% de las compañías de Deep Tech contribuyen al menos a una de las metas de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
  • Operan desde la convergencia. Por ejemplo, el 66% emplea más de una tecnología avanzada. Además, alrededor del 70% son dueños de patentes de su propia tecnología.
  • En su mayoría desarrollan productos físicos, en lugar de software. El 83% está comprometida en construir un producto físico. Están cambiando la ecuación de la innovación, trayendo el poder de la data y la computación al mundo real.
  • Son el centro de un ecosistema profundo. Unas 1,500 universidades y laboratorios están inmersos en la Deep Tech, y las empresas de este rubro reciben financiamiento de los gobiernos.

Junto a la emergencia sanitara de la COVID-19, el mundo enfrenta otros grandes problemas, empezando por el cambio climático. El potencial disruptivo de la Deep Tech podría resolver permanece nuevos desafíos aún desconocidos para el ser humano.