Si la situación política fuera más estable habría una mayor promoción de la inversión extranjera, que es la que captan principalmente las startups peruanas. Sin embargo, el panorama es aún optimista para las inversiones en estos emprendimientos, luego de un buen 2021, señaló Fernando Donayre, CEO de Inca Ventures, fondo de venture capital, con sede en Perú, que invierte en startups de tecnología en América Latina.
“Este es un problema que no solo se ve en Perú, sino en varios otros países de la región. Los inversionistas que entran a Latinoamérica entienden de este riesgo político, pero evalúan otros factores que dan razón a su inversión”, explicó.
Por ejemplo, para el caso de las fintech, en países como Perú, en donde hay dominio amplio de los bancos en el sector financiero, no se ha podido atender a sectores de la población muchas veces por falta de innovación. Esto pasa con otros segmentos que aún tienen un mercado por cubrir, apuntó.
Mencionó que el éxito de estos emprendimientos vinculados a la tecnología no está tan correlacionado al crecimiento económico (el cual sería, para el 2022, de 3.4% para Perú, según el Banco Central de Reserva). Es decir, que el impacto de la situación política en las cifras de la actividad económica podría ser sobrellevado en el caso de los startups.
“Son emprendimientos que pueden crecer en situaciones adversas. Por ejemplo, vemos que hay inversiones en Argentina, que ha tenido una situación política difícil por años, e incluso se ve inversiones en Venezuela” indicó.
Agregó que en el Perú se ha visto, por ejemplo, varios cambios de presidentes en pocos años, y aún así se ha logrado levantar capital. “A pesar de ello, la situación sería mucho mejor sin ningún tipo de impacto desde lo político, pues sí puede aplazar decisiones de venture capital, aunque el efecto es más en otros segmentos como, por ejemplo, minería”, afirmó.
Cabe resaltar que, según información de la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap), en el 2021 se invirtió US$ 124.3 millones, siendo este un monto que casi triplica la inversión del 2020. Al respecto, Donayre señaló que es poco probable que en el 2022 se vean estos niveles de crecimiento.
No obstante, manifestó que, a largo plazo, países como Perú mantendrían el interés en la escena de venture capital, el cual aumentaría su importancia en la economía peruana.
“Gran parte de lo invertido fue en la compañía Crehana y es difícil de prever que haya una nueva ronda de ese tamaño este año. Por ahora, en el primer trimestre no hemos visto niveles grandes de inversión, pero queda gran parte del año”, comentó.
Consideró que se debe tomar en cuenta también que las grandes compañías de tecnología de Estados Unidos están viendo caídas en los precios de sus acciones, y esto puede tener un efecto en las perspectivas de los inversionistas, incluso en opciones de América Latina y, en particular, Perú.
Factores estructurales
El CEO de Inca Ventures indicó que hay razones estructurales, como el nivel de educación, que limita el escenario para Perú en cuanto al desarrollo de startups e interés para invertir en estas.
“Si el sistema educativo, sobre todo en campos de ciencias, computación e ingeniería, no es óptimo o se tiene una base pequeña de estos especialistas, va a haber un efecto en el nacimiento y confianza en estos emprendimientos”, afirmó.
Finalmente, explicó que Perú está obteniendo un porcentaje de inversión menor, a pesar del tamaño de su economía, si se compara con otros países de la región. “La gran mayoría sigue entrando primero a Brasil, México, Chile o Colombia. Perú recién está captando atención”, indicó.