Los empleados de Meta Platforms Inc. comienzan poco a poco a disfrutar más de la oficina, a medida que se recuperan de la crisis de confianza que se produjo después de que 20.000 de sus compañeros de equipo fueran despedidos durante el último año. Una de las razones es que la empresa ha restablecido una serie de beneficios populares anteriores a la pandemia, desde camisetas con la marca hasta happy hours.
Los trabajadores han pasado la mayor parte del año temiendo por sus puestos de trabajo durante los continuos recortes. La productividad disminuyó porque los empleados no sabían bien en qué trabajar, o si debían hacerlo. Los que sobrevivieron a los despidos se sentían tristes porque sus amigos ya no estaban en la empresa y porque los beneficios —los pequeños extras que hacían entretenido el trabajo—, se redujeron, según comentaron varios trabajadores actuales y antiguos.
Ahora, divisiones enteras de Meta, propietaria de Instagram, WhatsApp y Messenger, han vuelto a ordenar camisetas con la marca, un gasto que no se consideraba que valiera la pena en los últimos ocho meses, durante el “año de la eficiencia” declarado por el director ejecutivo, Mark Zuckerberg. Un empleado dijo que lo veían como una señal positiva sobre el desempeño de la empresa, tras dos trimestres consecutivos superando las expectativas de Wall Street en ganancias e ingresos. Meta también ha empezado a recontratar a algunos trabajadores que fueron despedidos anteriormente, dijeron otros empleados, que pidieron no ser identificados comentando sobre las condiciones laborales.
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En las oficinas centrales de la compañía en Menlo Park, California, la mayoría de los restaurantes han vuelto a abrir después de cerrar durante la pandemia. La hora de la cena, que solía ser más tarde, se adelantó a las 6 p.m., según los empleados. También volvieron los servicios de lavandería y los cortes de pelo, los jueves se celebran happy hours y los vendedores exclusivos han instalado puestos de comida, lo que hace que sea más atractivo el trabajo presencial, ahora que deben ir a la oficina tres días a la semana.
Un portavoz de Meta confirmó que la empresa está restableciendo los servicios a medida que los empleados vuelven a la oficina. Otros beneficios nunca desaparecieron. “La cena, los happy hour y los artículos promocionales de la empresa nunca se acabaron, simplemente se adaptaron a la pandemia y a los presupuestos”, afirmó el portavoz
Los empleados no solo se están dando cuenta de que existen beneficios, sino que parecen contar con apoyo, lo que contrasta con el otoño pasado, cuando las cafeterías de Meta comenzaron a verse sospechosamente vacías, dijeron. En la sede central, La Croix, la bebida espumosa con “esencia” de fruta preferida por los millennials, comenzó a agotarse en los refrigeradores de las oficinas.
Cuando los trabajadores empezaron a notar la escasez, las acciones de Meta registraban su peor desempeño de la historia. Los inversionistas no creían en la visión de Zuckerberg sobre la realidad virtual y los anunciantes habían reducido sus presupuestos. Las deprimentes cafeterías presagiaban un movimiento mayor: el primer despido masivo de Meta, del 13% de su personal, es decir, 11.000 empleados.
Luego, en marzo, Zuckerberg anunció que se producirían más despidos, sin especificar quiénes serían los afectados, lo que puso nervioso al personal. La empresa realizó una serie de recortes en abril y luego nuevamente en mayo, reduciendo su plantilla en otros 10.000 empleados y cerrando 5.000 vacantes. El carácter prolongado de los despidos contribuyó a crear un ambiente de ansiedad, ya que los empleados se preguntaban si perderían su puesto de trabajo o tendrían que despedirse de las personas con las que planeaban futuros proyectos. Otras grandes empresas tecnológicas anunciaron congelaciones de la contratación y despidos, lo que hacía más aterradora la idea de entrar en el mercado laboral.
Ahora, meses después de los últimos recortes de empleos, los trabajadores de Meta tienen más ganas de estrechar lazos y hacer planes entre ellos. El ambiente es mucho más positivo y se está mejor, dice un empleado, que está muy ilusionado con la vuelta de la hora de la cena. Otro, que dejó la empresa hace poco, dijo que le gustó la apertura de una cafetería gratuita, un nuevo beneficio que no existía antes de los despidos.
La moral en Meta siempre ha estado estrechamente ligada al rendimiento de las acciones de la empresa, que se han más que duplicado este año hasta alcanzar un máximo de 18 meses, gracias en parte al mandato de “eficiencia” de Zuckerberg y a su impulso de la IA. Meta predijo un crecimiento de las ventas de dos dígitos para el trimestre en curso.
Pero Meta sigue enfrentando algunas amenazas existenciales: el crecimiento de usuarios e ingresos en sus principales redes sociales está estancado; los esfuerzos de realidad virtual de Zuckerberg siguen drenando recursos; y los avances en inteligencia artificial son caros y están en sus primeras etapas.
Aún queda alguna evidencia de la reducción de costos de Meta. Según los empleados, algunos beneficios ya no son tan buenos como antes de los despidos. El servicio de lavandería de Meta, por ejemplo, era gratuito, pero ahora la empresa cobra una tarifa. Algunos empleados juran que la comida no es tan buena. Y todavía se están eliminando algunos puestos, o al menos no se cubren cuando la gente se va, dijeron los empleados.
Si la empresa vuelve a dar un giro y realiza otro despido masivo, se perderá todo el progreso realizado para recuperar la moral, señala uno de los trabajadores. Por ahora, sin embargo, hay mucho La Croix para todos.
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