Sebastián Trotta llegó al país en el 2019 para asumir las riendas de Ford Perú. En paralelo, el ejecutivo con más de 20 años de experiencia en la compañía dirige las operaciones de la filial Chile. Antes de eso, estuvo en México y Argentina también. “Lo lindo de trabajar en una empresa global es que uno puede ir trazando su carrera. Si te gusta viajar, conocer diferentes culturas y operaciones, uno nunca se aburre”, cuenta Trotta.
¿Cuál es la clave para mantener la motivación?
Inspirar a la gente. Porque uno puede estar naturalmente motivado, pero creo que nuestros líderes nos han ayudado en algún momento y eso es algo que busco en un equipo.
¿Qué suele decirle a su equipo para motivarlos?
Uno de los desafíos que tenemos en la vida es: o me dedico a ser emprendedor o trabajo para una empresa grande. Pero creo que la combinación de los dos sí existe. Hay que aprender a emprender dentro de una empresa. Las empresas no lo tienen todo resuelto y tienen muchas oportunidades donde uno puede crear valor.
¿Ha tenido líderes que lo inspiraron?
Se aprende de los jefes buenos y de los malos. Aprovechemos en aprender, no importa si el jefe es bueno o malo. Tal vez son cosas para no repetir o pueden ser aprendizajes que luego nos pueden servir para imitar y mejorar. De los jefes buenos que he tenido, y he tenido muy buenos, no solo me lleve el tema de motivar a la gente...
¿Qué otro ejemplo podría dar?
Mi primer jefe nos hacía leer informes de la ONU para estar informados de lo que pasaba en el mundo. Yo como trainee me preguntaba: ¿Qué tiene esto que ver? Bueno, nos quería sacar del día a día y ambicionar algo más grande para que tengamos la mente más abierta a lo que es el trabajo diario.
¿Qué se exige a usted mismo y a sus equipos?
Generar confianza y sobre todo a través del ejemplo. Si no tenemos confianza en nuestro líder, difícilmente lo vamos a acompañar. Tal vez nos pueden acompañar por miedo, por temor a que los penalicen, pero si no tenemos confianza, difícilmente vamos a acompañarlo. Somos una organización con una pirámide bastante achatada. Ahí es clave predicar con acciones.
¿Qué cualidades valora en sus trabajadores?
Me gusta la curiosidad, no quedarme con la información que está sobre la mesa. Desafiar el proceso implementado, el statu quo. Luego, las ganas de cambiar las cosas, ese desafío constante. Y cuestionar, cuestionarse, cuestionar el proceso.
¿Le ha tocado ser cuestionado por algún trabajador?
Muchas veces. No al principio, pero pasados los primeros seis meses desde que llego a un cargo, la gente se atreve a desafiar, a cuestionar. Cuando uno llega con ideas que funcionan en otro lado y las quiere sugerir, valoro a aquellas personas que me dicen: “Disculpa, pero eso aquí no va a funcionar”.
Pasando a otros temas, ¿es aficionado a los autos?, ¿cómo nació el interés de trabajar en Ford?
Mi padre era un fanático de los autos. Pero en mi caso no, no era aficionado a ellos, pero sí por la tecnología. Esa es la parte que más me gusta de la industria automotriz, más que el auto per se. Por eso soy amante de electromovilidad, tecnologías autónomas y lo digital. Son tres aristas que he trabajado mucho.
¿Practica algún deporte?
Como dice una frase, para mí el ejercicio es el principio de la realización del día. A primera hora, salgo a correr. Cuando no corría, iba a nadar. Disfruto mucho con mis hijos de los deportes. Me gusta el golf y el esquí, aquí he aprendido a surfear. No soy bueno en ninguno, no gano una competencia, pero sé hacerlo todo y me divierto.
EN CORTO
Proyección. Sobre los objetivos que tiene con la compañía, Sebastián Trotta afirma que buscarán “afianzar nuestro liderazgo a nivel regional en los segmentos de pick-ups, SUV y vehículos comerciales, los cuales son productos foco de la compañía a nivel global; además de seguir nutriendo la relación con nuestros usuarios, potenciales clientes y red de concesionarios”, comenta el ejecutivo.