Los laboratorios farmacéuticos que diseñaron la primera vacuna contra el COVID-19 que recibió la aprobación de reguladores occidentales dicen que podrían reajustar la vacuna para que contrarreste una nueva cepa en solo seis semanas, de ser necesario.
El director ejecutivo de BioNTech SE, Ugur Sahin, dijo que confía en que la vacuna que desarrolló su compañía en conjunto con Pfizer Inc. funcionará bien contra la variante de coronavirus que se está propagando rápidamente y está generando alarma en el Reino Unido y otros lugares. Sin embargo, si la vacuna actual no protege de forma adecuada, la compañía podría modificarla actualizando pequeños fragmentos de información genética llamados ARN mensajero que utiliza su vacuna.
“La belleza de la tecnología de ARN mensajero es que podemos comenzar directamente a diseñar una vacuna, que imita completamente esta nueva mutación”, dijo Sahin en una conferencia de prensa realizada el martes por la mañana.
Autoridades que van desde la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) hasta el Gobierno del Reino Unido han dicho que no hay evidencia que sugiera que la cepa, llamada B.1.1.7, podría eludir las vacunas contra el coronavirus. Según el analista de Morgan Stanley David Risinger, la mayoría de las vacunas contra el COVID apuntan a la proteína espiga que el virus utiliza para ingresar a las células, y solo se han detectado pequeños cambios en las nuevas versiones.
Inmunogenicidad total
“Todas las cepas actualmente identificadas, incluida la B.1.1.7, solo tienen mutaciones puntuales esporádicas en la proteína espiga que se cree que es poco probable que alteren el espectro completo de su inmunogenicidad”, dijo Risinger en una nota.
Países de todo el mundo están restringiendo los viajes hacia y desde el Reino Unido debido a temores en torno a la variante que, según las autoridades, podría ser hasta 70% más contagiosa que otras. El primer ministro británico, Boris Johnson, decretó medidas de confinamiento para Londres, aduciendo a la amenaza de la cepa.
Autoridades del Reino Unido han dicho que, si bien la variante está muy extendida en Londres y el sureste de Inglaterra, no hay razón para creer que causará una enfermedad más grave que las versiones anteriores. Moncef Slaoui, el principal asesor científico de la Operación Warp Speed, el programa estadounidense para acelerar la aprobación de medicamentos y vacunas contra el COVID, dijo que no hay evidencia sólida de que sea más contagiosa.
No obstante, fabricantes de medicamentos están realizando pruebas para determinar cuán bien se defenderán sus vacunas contra nuevas cepas. AstraZeneca Plc, socia de la Universidad de Oxford, señaló en un comunicado que está investigando el impacto de la mutación, pero la compañía no cree que influya en la efectividad de su vacuna. BioNTech dijo que sus pruebas tomarán alrededor de dos semanas. Sanofi, con sede en París, indicó que pondrá a prueba la eficacia de su vacuna experimental contra cualquier nueva variante que surja.
En constantes pruebas
La firma alemana de biotecnología CureVac NV informó que está sometiendo constantemente a pruebas su vacuna experimental contra el covid-19 frente a diferentes mutaciones. Si bien no cree que su producto sea menos efectivo contra la variante del Reino Unido, también podría presentar una nueva versión dentro de seis semanas, dijo la compañía en un comunicado enviado por correo electrónico.
Si empresas como BioNTech necesitan actualizar sus vacunas, el escenario más probable es que los reguladores aprueben las versiones más recientes con bastante rapidez, sin la necesidad de una nueva ronda de ensayos clínicos a gran escala, según Stephen Evans, profesor de farmacoepidemiología de la London School of Hygiene & Tropical Medicine. La plataforma de ARN mensajero de BioNTech –junto con otra de Moderna– ya ha demostrado ser en gran medida segura, y la revisión sería análoga a la de las vacunas anuales contra la influenza, señaló.
Es probable que las vacunas contra el COVID se reajusten en el futuro para que sigan teniendo altos niveles de eficacia contra nuevas cepas virales, dijo Evans.
Para las actualizaciones, los desarrolladores posiblemente solo tendrían que demostrar que sus productos están provocando una respuesta inmune comparable, algo que probablemente podría hacerse con menos de 100 voluntarios humanos, dijo Peter Openshaw, profesor de medicina experimental del Imperial College de Londres.
“Eso por sí solo sería suficiente para permitir que la nueva evolución de la vacuna tenga licencia”, dijo Openshaw. “No veo absolutamente ninguna razón para que algún regulador insista en que es necesario que regrese al punto de partida”.