Aquellas personas que lanzan su propio negocio en el mercado tienen la expectativa que todo marchará bien a futuro. Sin embargo, por una serie de factores, puede que ese escenario no se concrete.
Así, Karen Montjoy, coordinadora de Emprendimiento e Innovación de Innova ESAN, da a conocer algunas señales que revelan que su negocio se ha estancado.
En diálogo con Gestión.pe señala que el principal indicador es la caída en las ventas, seguido de la reducción de su cartera de clientes.
“El primero y el más natural es la caída en las ventas, en los márgenes, y luego, una reducción del tamaño de los clientes. Si antes tenías una cartera, esta se ha reducido”, dijo.
Agrega que otra señal de que el negocio no avanza es cuando se reduce la capacidad de obtención de fondos o capital de trabajo y aumenta el nivel de endeudamiento.
“Al elevarse el nivel de endeudamiento se cae en una incapacidad para generar nuevas alternativas de fondeo, de financiamiento. Entonces, básicamente se eleva el nivel de endeudamiento y baja la capacidad para generar fondos. Cae la capacidad de compra a proveedores, entonces la rueda del negocio comienza a parar”, señala.
Las razones y la suprviviencia
La ejecutiva señala que este estancamiento se produce por una serie de factores, pero hoy en día responde a un tema coyuntural, básicamente por un tema político, sumado a una crisis que ha dejado la pandemia del COVID-19 en el país.
De este modo, ante la alta incertidumbre por no saber hasta el momento quién asumirá el Gobierno por los próximos años, el consumo tanto público como privado, se reduce.
“Las micro y pequeñas empresas (mypes), si no venden, no ganan. Entonces, hay muchas mypes que dependían de otras empresas grandes, de darle el servicio determinado como confección, transporte, merchandising, y como se ha contraído la demanda en empresas medianas o grandes, ya no contratan a los proveedores. Hay mypes que por ejemplo tenían toda su flota para atender a una empresa y ahora esa empresa se congeló entonces están en el aire”, dijo.
Señaló que cuando los negocios se encuentran en una escenario en donde no hay ventas, los primero que hacen es vender activos para obtener liquidez, reducir el nivel de gasto y posteriormente, reducir la cantidad de los trabajadores.
“Todo lo que es gastos fijos lo reduce al mínimo, y si no logra levantar ventas, termina cerrando, que es lo que está pasando día a día, y sigue pasando”, afirmó.
Frente a la pregunta de cuánto tiempo podría resistir un negocio sin ventas, la Montjoy señala que ello depende del cuánto dinero le queda en caja al negocio y de ello poder sobrevivir, un concepto que se denomina “runaway”.
“Hay empresas que tienen un poco más espalda financiera y hay empresas que no lo tienen. Entonces aquellas empresas que viven de las actividades del día a día o de la semana y no tienen mucha caja, son las primeras en ahogarse”, concluyó.