Con casi US$ 300,000 millones en deudas, Evergrande ha luchado por pagar a los tenedores de bonos e inversionistas después de sufrir el efecto de las medidas restrictivas de Pekín para controlar la expansión del sector inmobiliario. (Foto: Reuters)
Con casi US$ 300,000 millones en deudas, Evergrande ha luchado por pagar a los tenedores de bonos e inversionistas después de sufrir el efecto de las medidas restrictivas de Pekín para controlar la expansión del sector inmobiliario. (Foto: Reuters)

La atribulada empresa china Evergrande entregará en diciembre casi cuatro veces el número de casas a los compradores que, en los tres meses previos, afirmó su presidente, pese a que el gigante inmobiliario arrastra deudas masivas.

Con casi US$ 300,000 millones en deudas, Evergrande ha luchado por pagar a los tenedores de bonos e inversionistas después de sufrir el efecto de las medidas restrictivas de Pekín para controlar la expansión del sector inmobiliario.

Pero el grupo, que oficialmente incurrió este mes en un default con un bono, insiste en que podrá entregar decenas de miles de unidades en diciembre y pagar algo de sus deudas.

“Desde que empezaron los problemas de la empresa, entregamos menos de 10,000 unidades en septiembre, octubre y noviembre”, dijo el presidente Hui Ka Yan en una reunión la noche del domingo, según la cuenta de Evergrande en la red china WeChat.

“Solo quedan cinco días en este mes, debemos acelerar para asegurar la entrega de 39,000 unidades este mes”, agregó.

Las casas nuevas están repartidas en 115 proyectos, indicó.

En meses recientes, la empresa ha dicho que terminará los proyectos inconclusos y los entregará a los compradores, en un desesperado intento de salvaguardar sus deudas, pese a que dejó impago más de US$ 1,200 millones este mes.

Intentos previos de pagar a proveedores y contratistas provocaron protestas de compradores e inversionistas en la sede del grupo en Shenzhen en setiembre.

Desde entonces, la firma ha intentado vender bienes y reducir sus acciones en otras firmas, y Hui ha pagado parte de las deudas con su cuantiosa fortuna personal.

El gobierno provincial de Guangdong, donde tiene sede la firma, supervisa el proceso de restructuración de la deuda de Evergrande, aunque Pekín no ha revertido las restricciones que provocaron la crisis inmobiliaria.

El banco central chino, que atribuyó los problemas de la firma a “mal manejo y expansión ciega”, prometió el sábado proteger los derechos de los compradores de vivienda y promover el desarrollo sano del mercado inmobiliario.