El interés por comprar una franquicia aún se mantiene, pero las negociaciones para finalizar un contrato estarán retenidas este año hasta analizar la situación económica a causa de la pandemia, pero también hasta ver las decisiones del actual gobierno, señaló la presidenta de la Cámara Peruana de Franquicias, Lidian Gamarra.
“Aún en pandemia hay casos de negociaciones para la compra de franquicias, no significa que se han archivado, pero sentimos que hay un momento de retención y se quedan con un avance de 70% a 80%. El crecimiento este año va a ser mínimo. Si la situación política y económica resulta mejor para el próximo año, se van a retomar los niveles esperados”, comentó.
Indicó que, según las cifras del 2019, habían unas 515 franquicias en el país, de las cuales más del 50% eran nacionales y el resto extranjeras. Se calcula que un 20% tuvo que cerrar o suspender sus actividades en el 2020 y este año la cifra se ha ido recuperando y no más del 12% se mantiene en esa situación.
Actualmente se está apostando por un modelo de franquicia asociativa y se prevé un crecimiento de 3% en cuanto a apertura de nuevas marcas, indicó Gamarra.
Nuevos formatos y locaciones de franquicias
El sector gastronómico es el que más está buscando su expansión, pero también está buscando nuevos formatos de franquicias como locales más pequeños y al aire libre con conceptos más casuales.
“Dado que estos formatos resultarán siendo innovaciones a los modelos tradicionales, se necesita tener un antecedente y como no hay, se debe ver la estadística y analizar el mercado. Eso es lo bueno de una franquicia, se analizan todos los conceptos y aspectos antes de abrir un negocio, muy diferente a que una sola persona lo haga”, resaltó.
Actualmente se está tomando más en cuenta a distritos como San Miguel y Magdalena para abrir una franquicia. Espacios no tan desarrollados o comerciales, con mayor presencia de casas, que tendrían un mayor movimiento económico.
Aspectos económicos y legales
Para abrir una franquicia, según Silvana López, directora general de ClarkeModet Perú, se debe tener criterios tanto legales como económicos. En el caso del sector gastronómico, se deberá invertir no solo por el concepto de entrada, que es el monto que se paga al franquiciatario para usar la marca, sino también en el costo del local, recurso humano para personal, materia prima y publicidad como puntos básicos.
En el caso del pago por concepto de entrada, se tomará en cuenta el valor de la marca y del negocio, tamaño del riesgo y sobre todo cuál será el tiempo del retorno de la inversión.
Según López, el actual contexto de la pandemia requiere una reactivación económica y en ese sentido, muchos inversionistas interesados buscarán usar su capital en negocios que implique menos riesgo como una franquicia.
“El precio para abrir una franquicia en Perú dependerá de las preferencias del empresario, puede oscilar entre los US$ 20,000 hasta sobrepasar el millón de dólares. No va a ser lo mismo abrir una franquicia de helados no tan conocida a abrir un local de McDonald’s”, comentó.
Por otro lado, hay otros modelos de franquicia, incluso con licencia exclusiva. Al llevar acuerdos comerciales con la empresa se deberá especificar si se desea solo un local o por el contrario, tener el permiso para ser solo exclusivo de una región o todo el país.
“Si deseo abrir una tienda de spa y peluquería solo en el norte del país, se debe aclarar en el contrato a fin de que no exista competencia por parte de otro empresario de la misma marca en mi zona”, precisó.
En el caso del franquiciatario, se deberá contar con una marca registrada y derechos de propiedad industrial para proteger la franquicia. También se deberá tener un modelo de negocio específico, llamado know how o “el saber hacer”, para replicar y transmitir el modo de operar en dicha empresa a fin de no perjudicar su imagen.
Cerrar un contrato de este tipo demorará dependiendo de la complejidad de los acuerdos y condiciones entre la marca y el empresario.