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El director ejecutivo de Facebook Inc., Mark Zuckerberg, concluyó el lunes su “desafío personal” de 2019, su versión de una determinación de Año Nuevo. Este año se comprometió a “organizar una serie de debates públicos sobre el futuro de la tecnología en la sociedad: las oportunidades, los desafíos, las esperanzas y las preocupaciones”.
¿El problema? Casi todas las discusiones de Zuckerberg fueron con otros hombres blancos, que siempre han dominado la industria de la tecnología.
En los seis videos de discusión que Facebook publicó durante todo el año, ocho de los nueve invitados de Zuckerberg eran hombres, y casi todos blancos. Siete eran profesores o doctores y, con la excepción de uno, todos tenían más de 40 años.
La homogeneidad del grupo habla de una de las mayores críticas de Silicon Valley: que la tecnología está dirigida y diseñada principalmente por las decisiones de hombres blancos, una realidad evidente en la demografía laboral de casi todas las principales empresas de tecnología.
Facebook se ha posicionado como un líder en el esfuerzo por diversificar la industria, e incluso prometió este año duplicar su fuerza laboral femenina en los próximos cinco años.
En julio, la compañía informó que aproximadamente 37% de sus trabajadores eran mujeres, y que los empleados de raza negra e hispanos representan solo 9% del personal en Estados Unidos. Una portavoz de Facebook declinó comentar sobre el desafío personal de Zuckerberg.
Zuckerberg se encuentra en una posición única para cambiar la forma en que se define la tecnología y quienes la desarrollan. Como escribió en enero: “Hay tantas preguntas importantes sobre el mundo en el que queremos vivir y el lugar de la tecnología en él. ¿Queremos que la tecnología siga dando voz a más personas, o serán los controladores de siempre quienes decidirán qué ideas se pueden expresar?
El director ejecutivo aún no ha anunciado cuál será su desafío personal para el 2020.