Los objetivos basados en la ciencia se asocian a una reducción del 12% de las emisiones de alcance 1 y 2 en el 2020 y a una reducción a del 29% desde el 2015 hasta el 2020.
Los objetivos basados en la ciencia se asocian a una reducción del 12% de las emisiones de alcance 1 y 2 en el 2020 y a una reducción a del 29% desde el 2015 hasta el 2020.

Un número récord de -2,253- de 70 países, que representan más de US$ 38 billones (36 billones de euros) de la capitalización bursátil mundial, se comprometieron en el 2021 a fijar objetivos de emisiones en base a la ciencia, señaló la iniciativa SBTi -Objetivos Basados en la Ciencia.

Según un estudio de SBTi, el pasado año el número de esas compañías, provenientes de 15 sectores, se dobló. En esa cifra figuraron 1,082 firmas con objetivos ya aprobados y 1,171 comprometidas a lograrlos.

El informe subraya que alrededor del 80% de los objetivos aprobados en el 2021 estaban alineados con los 1.5° centígrados y entre el 2015 y 2020 la mayoría de las empresas rebajaron sus emisiones dos veces más rápido de lo exigido.

Otro dato significativo apunta a que una cantidad considerable de compañías de alto impacto -un 27%- se ha unido a la iniciativa a nivel mundial.

Alberto Carrillo, director general y fundador del SBTi, dijo que “nos encontramos ante una etapa de crecimiento exponencial de empresas que están adoptando métodos climáticos basados en ciencia, lo cual es una señal muy positiva”, aunque destacó que lo que se necesita es “que todo el sector corporativo se sume a este movimiento y todavía no estamos ahí”.

Una alta proporción de objetivos proceden de compañías que están en Europa, Norteamérica y Japón, y relativamente menos en Asia, África y América Latina.

En ese sentido, Carrillo opinó que a fin de lograr que se involucren más empresas de países o regiones menos representadas son necesarios tres factores.

En primer lugar, se requieren “incentivos más fuertes de los gobiernos”, ya que “en muchos países no hay todavía el nivel de compromiso a nivel gubernamental con el cambio climático y eso sigue siendo una barrera importante”.

El director nombró además “el nivel de implicación de inversionistas y consumidores, que genera incentivo para las empresas” y agregó como tercer elemento “la financiación para construir capacidades en el sector corporativo de los países en vías de desarrollo”, donde “el sector financiero y la banca de desarrollo pueden jugar un papel muy importante”.

Objetivos en duda

Los objetivos basados en la ciencia se asocian a una reducción del 12% de las emisiones de alcance 1 y 2 en el 2020 y a una reducción a del 29% desde el 2015 hasta el 2020, según apunta el texto.

Asimismo, el informe considera “alentador” que el pasado año se haya producido un aumento de la adopción de objetivos y de los compromisos de las empresas de los países del G20, que contribuyen significativamente a las emisiones mundiales, como China y la India, así como Brasil, Corea del Sur y Sudáfrica.

Por otro lado, los países del G7 representan el 55% de todas las empresas de SBTi en general, con Canadá e Italia muy por detrás de otras.

En cuanto a la estrategia SBTi para el 2021-2025, el organismo pretende cerrar la actual distancia entre ambición y emisiones, intensificando la acción corporativa alineada con los 1.5° centígrados en los próximos tres años, sobre todo en los sectores más contaminantes y los mercados emergentes.

De cara al futuro, destaca que “el mundo no está actualmente encaminado a recortar las emisiones (necesarias) para el 2030″.

A fin de mantener vivo el (objetivo de) 1.5° centígrados, “todas las empresas de todo el mundo, de todas las industrias, deben fijar ahora objetivos basados en la ciencia para el largo plazo en línea con la trayectoria de 1.5° centígrados”, sostiene el informe.

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