De acuerdo con el último reporte del Sistema de Información para la Gestión de Residuos Sólidos (Sigersol) del Ministerio del Ambiente (Minam), más de 14,700 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) fueron valorizadas en el Perú durante 2022. Esta cifra se ha incrementado por año, generando una industria privada dedicada a la valorización de este tipo residuos, donde opera la empresa peruana Comimtel desde hace 20 años.
Edgar Aguilar, gerente general de la compañía, comentó a Gestión que la principal línea de negocio que manejan es la valorización de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), así como chatarra ferrosa (cobre, fierro, entre otras) y esperan procesar plásticos a mediano plazo. A la fecha, la firma cuenta con una capacidad de procesamiento de 4,000 a 5,000 toneladas anuales en su planta en San Martín de Porres, trabajando a tres turnos.
Solo en su división de negocio RAEE, esperan facturar S/5 millones, lo que significaría un crecimiento del 20% frente el 2023. “A pesar de que la coyuntura política y económica golpeó la industria, mantenemos buenas perspectivas de crecimiento”, señaló el directivo.
LEA TAMBIÉN: Movitécnica y sus planes de expansión que incluyen compras en el exterior
Nuevas plantas
Para este año, Aguilar adelantó una serie de inversiones en activos entre Lima y provincias. En concreto, van a construir una planta en el Callao de 2,500 m2 con el objetivo de captar mayor volumen de residuos. Para dicho proyecto, destinarán S/2.5 millones en la implementación de toda la infraestructura, que tendrá una capacidad de operación entre 3,000 y 4,000 toneladas. Esperan inaugurarla entre julio y agosto del presente año.
“Contará con tecnologías sostenibles, como paneles solares. También están negociando un crédito verde con entidades financieras para que toda la operación sea carbono neutro. Nuestra mirada a largo plazo es contar con nuevas sedes en la zona sur, centro, este y oeste de Lima”, adelantó el ejecutivo.
De otro lado, llegarán a provincias con operaciones directas en el tercer y cuarto trimestre, específicamente en Arequipa y Piura. En detalle, realizarán una primera inversión de S/500,000 por cada sede, culminando una primera etapa y conforme aumente la demanda, continuarán ampliando su capacidad.
“Estas inversiones descentralizadas son claves para crecer como compañía. Nos permitirá abaratar costos logísticos y captar mayor peso de residuos, acercándonos a zonas mineras en el sur, además de industrias como la petrolera en el norte, como petrolera. Son sectores que generan bastantes residuos RAEE, por lo que estamos evitando que llegue a Lima para recién ser procesados”, explicó Aguilar.
LEA TAMBIÉN: Indecopi respalda al Minam sobre metas de recolección de residuos de aparatos eléctricos
Envíos internacionales
Para fines de marzo, la compañía exportará 18 toneladas de tarjetas electrónicas derivadas del desmantelamiento y reciclaje de los RAEE a UMICORE, multinacional belga especializada en minería urbana y fundición de minerales preciosos.
Según explicó el ejecutivo, con el objetivo de optimizar y mejorar el proceso de procesamiento, apuestan con realizar este envío a una compañía que cuenta con plantas mucho más grandes, donde pueden extraer alrededor de 18 y 20 minerales, superando un promedio de cinco en Perú. Pese a ello, destacó que el objetivo de la compañía es valorizar todo este tipo de material en Perú a largo plazo.
“Al ser exportadas a Bélgica, podrán recibir el tratamiento adecuado para recuperar los diversos minerales que contienen y de esta forma puedan ser usados como una materia secundaria para la fabricación de nuevos productos e insertarlos al mercado. Durante el 2024, vamos a buscar nuevos destinos donde podamos replicar esta estrategia”, señaló Aguilar.
Estas tarjetas son provenientes del sector de telecomunicaciones, así como de uso personal como celulares, computadoras, laptops, entre otros.