Coca-Cola, que invierte enormes cantidades de dinero en anuncios, comunicó que iba a suspender por al menos 30 días sus publicidades en redes sociales, como parte de una campaña contra el racismo en esas plataformas.
“No hay lugar para el racismo en el mundo y no hay lugar para el racismo en las redes sociales”, dijo James Quincey, el director ejecutivo del gigante mundial, en un breve comunicado.
Quincey exigió a las redes sociales mostrar una mayor "transparencia y responsabilidad", después de que otras marcas decidieran retirar sus anuncios de ellas para obligarlas a suprimir más contenidos que inciten al odio.
Coca-Cola aprovechará ese periodo para “hacer un balance sobre sus estrategias publicitarias y ver si necesita revisarlas”, explicó el director ejecutivo.
El gigante estadounidense de los refrescos precisó al canal CNBC que ese "descanso" no significa que se une al movimiento lanzado la semana pasada por asociaciones de defensa de los afroestadounidenses y de la sociedad civil.
Esa campaña, llamada #StopHateForProfit ("Basta de odio para obtener beneficios"), propone boicotear los anuncios en Facebook en julio y cuenta con el apoyo de varias organizaciones antirracistas como la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) y la Liga Antidifamación judía.
Su objetivo es lograr una mejor regulación de los grupos que inciten al odio, al racismo y a la violencia en las redes sociales.
Este viernes, Unilever, uno de los líderes mundiales del sector agroalimentario y de los cosméticos, anunció la suspensión de sus anuncios en Facebook, Twitter e Instagram en Estados Unidos al menos hasta finales de año, debido a este periodo electoral “polarizado” en Estados Unidos.
Ante la presión recibida, Facebook endureció sus políticas de moderación de contenidos al prohibir más tipos de mensajes de odio en los anuncios publicitarios y comenzar a colocar advertencias a las publicaciones problemáticas que decida no eliminar.