Ante el incremento del flete en el transporte naviero internacional, el servicio de cabotaje marítimo se presenta como una oportunidad para los importadores peruanos que deben desplazar sus productos provenientes del extranjero al interior del país. “Si no se puede controlar el alto costo logístico internacional, hay que optar por la competitividad logística interna”, señaló Xavier Montes, gerente de Facilitación de Comercio de ComexPerú.
Y es que, según los expertos consultados para esta nota, el cabotaje marítimo puede significar un margen de ahorro al empresario de entre el 25% y el 40% por carga, dependiendo de la distancia del servicio. Ello, en comparación al costo del transporte terrestre. “Es más seguro y es la alternativa frente a problemas, como bloqueos, en las carreteras”, agregó Bruno Arco, consultor y excoordinador en la dirección de Políticas y Normas en Transporte Acuático del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
La actividad del cabotaje marítimo, que significa el embarque y desembarque entre puertos nacionales, es una actividad relativamente nueva en el Perú. La ley de cabojate se aprobó en el 2018, pero recién en el 2019 se reglamentó. Dos años después, y pese a la pandemia que restringió todas las actividades comerciales, ya existen 49 navieras que dan el servicio (casi el 50% pertenecen a DP World Logistic y Hapag-Lloyd), con 450 contenedores movilizados entre el sur y norte del país.
“El 90% de las empresas retail ya han movilizado sus productos a través de cabotaje marítimo, también han participado empresas vehiculares, Backus, Gloria, empresas mineras, y hay espacio para que otros rubros puedan participar”, detalló Arco.
Rutas más demandadas
De acuerdo a datos de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), de enero a agosto de este año, la ruta de cabotaje que más se ha posicionado es entre el Puerto de Ilo y el Puerto del Callao, transportando productos que vienen incluso desde Bolivia, como el aceite de soya.
Asimismo, también está la opción del Puerto de Matarani, desde ahí se llega, además de Arequipa, al Cusco y Puno; el puerto de Ilo para Tacna y Moquegua. Y para el lado norte, el puerto de Paita (Chiclayo y Piura). Por el momento, en los puertos de Pisco y Salaverry no se registra movimiento de este tipo de servicio logístico.
“Pese a la volatilidad del tipo de cambio que afecta un poco el servicio (porque los puertos cobran en dólares), la frecuencia de viajes se mantiene: uno al mes al puerto de Matarani, cuatro para Paita y dos recaladas al puerto de Ilo”, señaló Arcos.
Potenciando el cabotaje
De acuerdo al especialista, actualmente el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) evalúan un pedido de las navieras y puertos para exonerar el Impuesto a la Renta al flete naviero.
“¿Qué más falta para promover? Difusión principalmente. Asimismo, las navieras están planteando un rediseño de sus servicios para impulsar la demanda del cabotaje, viendo la posibilidad de abrir rutas entre Salaverry hasta Matarani o de un Pisco a Paita”, indicó Arcos.
¿Quiénes pueden optar por este servicio? Todos los empresarios. Principalmente aquellos con capacidad de llenar un contenedor de 40 píes o, una opción adicional, es la asociación con otros importadores o empresarios. “Lo recomendable es que el trámite para acceder al servicio se realicen a través de un agente de carga que se encarga de coordinar toda la operación”, anotó.