La industria azucarera peruana es reconocida por la FAO como la más productiva del mundo. Sin embargo, toda la producción del país representa solo el 0.7% del total mundial.
Para posicionar y dinamizar mejor esta industria, ocho empresas del sector se agruparon para relanzar el gremio azucarero que ya tiene dos años. “Estamos relanzándolo como Perucaña, con una agenda más proactiva”, señaló Carlos Castro, gerente del gremio.
Las empresas que lo conforman son Casa Grande, Cartavio, Agro Olmos, San Jacinto, Caña Brava, Paramonga, Agroindustrial Laredo, Agro Aurora, que juntas representan el 80% del total de la producción del Perú.
“El sector de azúcar en el Perú factura alrededor de US$ 1,000 millones anuales; es un sector muy fuerte en el que se han hecho muchos trabajos de inversión privada”, señaló Castro.
A partir de la caña de azúcar se obtienen el azúcar para consumo masivo e industria, alcohol para bebidas y para uso farmacéutico, etanol, compostaje y producción de energía.
Azúcar y alcohol
¿Qué cambios observaron estas compañías durante la pandemia? El impacto del covid-19 también llegó a la industria azucarera; sin embargo, no fue del todo negativo.
“En la industria azucarera no hemos percibido a la fecha variación de consumo respecto a años anteriores. En el caso del alcohol, debido al brote del coronavirus, la demanda se elevó estos meses, porque el alcohol en gel y alcohol en botella se volvieron productos básicos de desinfección en el hogar”, señaló a Gestión John Carty, gerente general de Coazúcar, holding del Grupo Gloria.
Carlos Castro precisó que antes de la pandemia las empresas generalmente atendían a otras empresas con sus necesidades de alcohol, pero ante la acelerada demanda muchas apostaron por lanzar marcas de consumo masivo para abastecer la creciente demanda.
Carty explicó que en el Perú se producen cerca de 200 millones de litros de alcohol, pero el Perú solo consume 50 millones de litros. “Nosotros exportábamos casi el 95% de nuestra producción, pero la pandemia nos llevó a enfocarnos en el mercado local y hemos dejado de exportar casi por seis meses; esta demanda ya empezó a contraerse y creemos que retomaremos la exportación hacia fines de año”, sostuvo el ejecutivo.
Además, señaló que ingresaron al segmento de consumo masivo –tanto en alcohol como en azúcar– con cuatro marcas propias. “Era un segmento que no atendíamos, pero hemos llegado para quedarnos”, dijo. También empezaron a competir en el rubro de alcohol en gel.
Reenfoque
Por su parte, Rocco Zetola, CEO de Caña Brava (empresa del Grupo Romero), señaló que la compañía anteriormente estaba enfocada al 100% en la producción de etanol. “Hace unos cuatro años decidimos invertir para poder abastecer desde nuestra planta ambos negocios, etanol y azúcar, según las necesidades del mercado”, sostuvo.
Precisó que este año apostaron por incursionar en líneas de distribución directa de alcohol y azúcar.
“Ya estamos envasando alcohol de 70º y 96º; también alcohol en gel. En azúcar, estamos ingresando a nuevas presentaciones, como de 1 kg, 2 kg y 5 kg”, dijo Zetola.
Agregó que en el Perú se consume mucho el producto a granel en el canal tradicional, pero poco a poco el consumidor está virando a presentaciones ya envasadas.
Caña Brava compite en el mercado con la marca del mismo nombre, pero también están lanzando marcas más premium con un valor agregado: Sol de Colán (azúcar) y Kania (alcohol).
Percy Muente, general manager de Agroindustrial Paramonga, señaló que la caída que se observó en el mercado industrial fue compensada en una fracción por el aumento del consumo doméstico. “La línea de negocio que incrementó volumen fue la de alcohol industrial. Nuestra aproximación responsable a los cuidados en los tiempos de pandemia ocasionó que ralenticemos la operación. Este año tendremos menos días de molienda en comparación con el año pasado”, dijo a Gestión.
Mercado de etanol
Respecto a la producción de etanol, Rocco Zetola explicó que, según normativa, en el Perú el 7.8% de la gasolina tiene que ser alcohol. “Los grandes comercializadores del Perú lo que hacen es importar alcohol de maíz de EE.UU., que tiene un precio subsidiado; este llega a menor costo desde Houston al Callao de lo que nosotros llegaríamos al mismo puerto”, dijo.
Sin embargo, señaló que la particularidad del etanol a partir de la caña es que tiene un impacto mucho más amigable con el medio ambiente. “Nosotros exportamos a Europa debido a que en ese mercado se paga más por un producto mejor y más verde”, sostuvo.
John Carty anotó que en Coazúcar pueden atender el mercado de etanol, de abrirse este mercado para productores locales. “Debemos impulsar la mezcla de alcohol de caña de azúcar con la gasolina, porque seguimos importando alcohol de maíz que no cumple el objetivo ecológico de las gasolinas mezcladas con biocombustibles”, dijo.
Tendencia sin azúcar
Respecto a la tendencia que se observa en el mercado local, Carlos Castro señaló que si bien es innegable que muchos consumidores han reducido su consumo de azúcar, también existe un segmento que está incrementándolo. “Las clases emergentes que antes no tenían acceso a este insumo hoy están incrementando su consumo”, apuntó.
Por su lado, Percy Muente señaló que el azúcar de caña es un endulzante natural que está en nuestra dieta hace cientos de años.
“La ingesta debe estar balanceada y acorde con los requerimientos nutricionales, actividad física y necesidad de energía de cada individuo. Como cualquier alimento, no es positivo consumirlo en exceso”, precisó. Asimismo, señaló que es lamentable la satanización que se observa hacia el azúcar y que es muy peligroso el impulso de edulcorantes químicos para endulzar bajo la promesa de bajas calorías.
Para hacerle frente a la tendencia, John Carty recomienda reforzar que el azúcar es un producto 100% natural. “La industria azucarera se va a mantener en el tiempo, pues la población también va aumentando, el azúcar es un producto de primera necesidad, una fuente calórica fundamental para la salud humana”, destacó.
Igualar el terreno
Los ejecutivos de Perucaña coincidieron en que en el país se observa un escenario complejo para la industria azucarera, debido a que se debe competir con compañías del exterior que envían sus productos a precios subsidiados.
El azúcar es un producto agrícola que basa su rendimiento en el clima. Por ello Perú tiene el mejor rendimiento a nivel mundial. “Muchos países tienen precios subsidiados con una industria local muy cerrada –que vende a altos precios y no deja que ingresen productos del exterior–, pero exportan a precios bajísimos”, explicó John Carty.
Así, uno de los enfoques del gremio es buscar que el Estado nivele el terreno para las industrias azucareras del país y logren competir en iguales condiciones con los productos que se importan.
“Desde el 2018 el Perú produce más azúcar de lo que se consume, es una tendencia que se mantendrá”, precisó Carlos Castro.
La industria azucarera en el Perú tiene extensas oportunidades de desarrollo, pero para potenciarla se debe contar con las barreras arancelarias adecuadas, y la profesionalización de las empresas también es clave, indicaron desde el gremio.