Si el proyecto minero hubiera estado operativo en el 2017, entonces la región habría aumentado sus ingresos por canon minero de S/ 127 millones a S/ 400 millones, informó Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas de Southern Copper y responsable del proyecto.

“Y en el caso de los distritos de la zona, más o menos habría aumentado (el canon) en 3.5 veces. Por ejemplo, el distrito de Cocachacra recibió S/ 11 millones de canon (en el 2017) y habría recibido poco más de S/ 35 millones, con eso se pueden hacer muchas cosas”, declaró.

Recordó que Tía María demandará una inversión de US$ 1,500 millones y generará 3,600 puestos de trabajo directos en la fase de construcción, sin considerar los tres o cuatro pues indirectos por cada empleo directo.

Tía María tendrá 600 trabajadores en la fase de operación, los cuales deben sumarse a los 4,200 puestos indirectos que se crean en un proyecto de esta magnitud.

El ejecutivo indicó que la empresa tiene pendiente recibir la autorización de construcción de la mina por parte del Ministerio de Energía y Minas (MEM) pero lo más importante es la licencia social del proyecto y para lo cual cambió su estrategia de comunicación con la población.

Asimismo, enfatizó que la tecnología que se va a usar en Tía María es una de las más amistosas con el medio ambiente.

“Por ejemplo, no vamos a tener relaves, no van a haber humos, es un proyecto ambientalmente ubicado en el desierto, y la planta va a estar ubicada a 11 kilómetros de distancia del Valle de Tambo, hacia el norte del valle”, declaró en RPP Noticias.

Además detalló que las dos minas que forman parte del proyecto se ubicarán a tres y siete kilómetro del Valle de Tambo. “Vamos a realizar nuestras actividades mineras cuidando en no interferir y no crear ningún tipo de contingencia a la población”, dijo.

En ese sentido, mencionó que Southern considera que hay una sinergia real entre minería y agricultura.

También subrayó que el gobierno del presidente Martín Vizcarra tiene una línea respecto a la ejecución de proyectos mineros, y realiza “los esfuerzos que corresponden para que cada proyecto vea la luz en la producción”.

Si bien son conscientes en que es muy difícil que todo el mundo esté de acuerdo con llevar adelante el proyecto minero, la empresa está trabajando en difundir dos cosas:

“Primero, que la compañía tiene una serie de programas que van a ayudar al progreso y a la mejora en la calidad de vida de la población del Valle de Tambo; y punto dos, que tiene el mismo nivel de importancia, es que el proyecto, desde el punto de vista ambiental, es uno de los proyectos más seguros que tiene el país para ser desarrollados”, comentó.

Finalmente, adelantó que en junio del presente año se culminarán los estudios técnicos para ejecutar un programa de agua potable y saneamiento que cubriría a toda la provincia de Islay.

“Estos estudios tienen un costo importante para la empresa pero será una donación porque será importante para el progreso de la calidad de vida de la población”, finalizó.