A Twitter Inc. se le exigirá el pago de una penalización de US$ 1,000 millones en determinadas circunstancias si rescinde un acuerdo para ser adquirida por Elon Musk por US$ 44,000 millones, según un informe. Musk también estaría sujeto a esa misma penalidad si decidiera incumplir el trato.
En uno de los mayores acuerdos de compra apalancada de la historia, el empresario multimillonario está buscando convertir a Twitter de 16 años en una empresa privada ofreciendo US$ 54.20 por acción.
El financiamiento para el acuerdo incluye US$ 25,500 millones de Morgan Stanley y otras instituciones financieras, incluidos préstamos de margen respaldados por la participación accionaria de Musk en Tesla Inc. y US$ 21,000 millones en financiamiento de capital que proporcionará él mismo.
El informe también incluye detalles sobre los cambios en el programa de acciones de los empleados de Twitter una vez que la compañía sea privada.
Las concesiones de acciones de los empleados continuarán hasta que se cierre el acuerdo, dice la presentación, pero cualquier concesión de acciones no conferida se cancelará y, en cambio, los empleados tendrán la opción de recibir el pago en efectivo cuando esas concesiones se hubieran conferido.
El precio de oferta de Musk es un 38% más elevado que el cierre de las acciones el 1 de abril, el último día hábil antes de que revelara una participación significativa en la empresa, lo que provocó un repunte de los títulos.
Twitter inicialmente se mostró escéptico de que Musk pudiera obtener financiamiento para la adquisición y adoptó una táctica de píldora venenosa para frenar su avance.
Recientemente, había poca claridad sobre si la oferta de Musk tendría éxito. El propio multimillonario de 50 años reflexionó en un evento de TED el día que se anunció que incluso él tenía dudas sobre sus perspectivas.
Pero en unas dos semanas, la persona más rica del mundo pudo conseguir financiación y Twitter aceptó el precio de oferta original. Ahora que el acuerdo se ha vuelto amistoso, es más probable que las firmas de capital privado, que generalmente evitan las transacciones hostiles, se incorporen y le extiendan un cheque a Musk por su parte de la financiación.
Cuando se complete el trato, Twitter se convertirá en una empresa privada, “propiedad total” de Musk. Se espera que la compra, que fue aprobada por unanimidad por la junta directiva de Twitter, se cierre este año, sujeto a la aprobación de los accionistas y de los reguladores.