Para el verano del 2024 el ENFEN ha advertido que hay 67% de probabilidades de que Perú sea afectado por El Niño global. Sin embargo, hay pocas expectativas de que vayan a surgir soluciones rápidas desde el Ejecutivo para evitar los daños que suele causar ese fenómeno.
Una de las razones para tal perspectiva es que, estando casi a mitad de año, hay escaso o nulo avance en la ejecución del presupuesto para obras de prevención ante catástrofes por parte de las autoridades.
Según el MEF, al 5 de mayo, en la partida presupuestal para Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres, entre los tres niveles de gobierno hay un avance promedio del 12.9%, de los S/1,130.3 millones del Presupuesto Institucional Modificado (PIM) para ese fin.
En ese rubro, el gobierno nacional tiene un avance del 15.1% (S/71.6 millones), los gobiernos locales un 12.5% (S/38 millones); y los regionales un 9.4% (S/25 millones).
Pero, al analizar a detalle por regiones y municipios, los gobiernos regionales de Lambayeque, Lima y Ancash (que este año han sido golpeados por el Niño Costero) tienen una ejecución del 0% en esa categoría de gasto. Nulo avance también registra las autoridades locales de Lambayeque. La región Piura tiene un avance de 12.1%, pero Tumbes apenas ejecutó el 1.8%.
¿Qué diferencia hay entre el Niño costero y el Niño global?
El ciclón Yaku fue originado por el Niño costero, y este último se considera un evento local, repentino y de corta duración. El MEF anunció el fin de semana que se preparan medidas, entre el segundo y tercer trimestre, para mejorar la capacidad de respuesta frente a dicho evento climatológico, pero no hizo mención a El Niño Global.
El Niño Global es una anomalía más fuerte y de mayor duración, que afecta a diversos países, y provoca que la temperatura del mar se incremente más de 2°C, con lluvias más intensas y frecuentes que el primero.
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Según Patricio Valderrama, ex presidente del Senamhi, si bien no se conoce la intensidad que tendrá el Niño Global en Perú, el escenario podría ser similar al de los años 1997-1998, que causó gran destrucción y muerte en varias naciones, incluido el Perú.
Sin liderazgo ante la nueva amenaza
Ante el Congreso, el jefe del Centro de Prevención y Reducción de Riesgos de Desastres (Cenepred) Miguel Yamasaki, anunció que el Gobierno publicaría pronto una declaratoria de emergencia por peligro inminente ante el Niño Global en más de 60 cuencas, pero hasta hoy no se aprueba.
A su vez, Raphael Anaya, director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), indicó que en los siguientes días presentaría al consejo de ministros un plan de contingencia frente a inundaciones que traería el Niño global.
Gestión consultó a la ARCC sobre el avance de dicho plan, pero hasta el cierre de este informe no recibió respuesta.
Sin embargo, ante las críticas que recibió la ARCC por el escaso avance en el desarrollo y ejecución de grandes obras de prevención -de hecho, apenas avanzó 1% en la construcción de drenes en las ciudades del norte (ver gráfico) - el Ejecutivo optó por crear la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN).
No obstante, la ANIN, cuyo manejo recae sobre la PCM, aún tiene plazo de 180 días para su constitución, es decir que no hay aún un liderazgo en el Gobierno para decidir acciones ante el avance del fenómeno climático, situación que preocupa a diversos sectores involucrados.
Empresarios piden fast track
Frente a esta situación, en reunión con el premier Alberto Otárola, las autoridades regionales, locales y empresarios de Piura, pidieron al Ejecutivo que se permita aplicar un esquema de fast track para ejecutar obras integrales provisionales para prevenir inundaciones.
El presidente de la Cámara de Comercio de Piura, Javier Bereche, explicó a Gestión que, en esa reunión, propusieron se construya diques que permitan que, ante la crecida del río Piura, se pueda encausar una salida al mar, desde la laguna La Niña, que es la que crece, desborda y causa inundaciones cuando hay excesivas lluvias.
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Refirió que ese tipo de obras lo podría ejecutar la ARCC vía G2G, usando el esquema fast track, que se lo permite la legislación vigente, aunque para ello requiere resolución ministerial.
Plantean seguir el esquema de los Panamericanos
Tales trabajos, anotó, se podrían concretar en periodos de seis a ocho meses, si es que se le excluye a la citada autoridad de la exigencia de presentar expediente técnico y de pasar por Invierte.pe, pero si con un seguimiento de Contraloría mediante el control concurrente, como se hizo con los Juegos Panamericanos.
En cambio, si el proyecto para esas obras debe presentar aún expediente técnico y pasar por Inverte.pe, al menos demoraría un año, es decir, llegaría muy tarde para enfrentar El Niño global, advirtió Bereche.
No obstante, manifestó que el premier Otárola expresó su desacuerdo con tal pedido, al considerar complicado aplicar un fast track, por lo que la PCM evaluaría otras metodologías para realizar las obras.
No hay tiempo para prevención, solo mitigación
Por su parte, el jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Lambayeque, José María Sono Cabrera, indicó a Gestión que ninguna obra de prevención se podrá construir en ciudades de ese departamento en lo que resta del año.
Ello obedece -explicó- a la continuación de las lluvias en esa región, pues los caudales de ríos como el de La Leche se mantienen elevados, y se deberá esperar que baje el volumen de agua para poder planificar obras de prevención, como el mejoramiento de puentes, y limpieza de carreteras y trochas carrozables.
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Lo que se puede hacer son solo obras de mitigación, como descolmatación de ríos o limpieza de acequias, para aminorar los daños, dijo Sono. Aunque reconoció que ello no evitará que, ante lluvias más intensas, se produzcan desbordes e inundaciones.
“De esa forma, por ejemplo, con la obra de mitigación, en lugar de perderse 60 hectáreas (de cultivos) si no hubiera ninguna obra, se podrían perder 10 o 20 has (pero no todo) ”, mencionó.
Alternativas provisionales para atenuar daños
A su turno, César Moreno, presidente del Comité de Obras Hidráulicas del CD Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, indicó que, a solicitud del Ministerio de Vivienda, y con información topográfica que se espera recibir de ese sector, se evaluará y planteará obras provisionales para atenuar la crecida de los ríos en zonas de emergencia en el norte.
El especialista refirió que una alternativa podría ser la construcción de diques de baja altura en las curvas de baja pendiente de los ríos, de forma que se pueda contener en cierta medida la velocidad de avance del agua en exceso, bajo un sistema de inundación controlada, como se aplica en otros países.
Afirmó que ese sistema de control da tiempo a que el agua que se vaya acumulando en zonas bajas (urbanas) se pueda ir desaguando a través de las alcantarillas, aunque en las zonas altas (donde se ubican esos diques), se podrían inundar áreas no urbanas, por ejemplo agrícolas. En ese caso, el Gobierno podría comprar la producción a los agricultores, acotó.