Los productores y exportadores peruanos de mango miran hacia el Asia como el destino con mayor potencial para incrementar sus envíos al exterior cada año. Este continente podría llegar a representar para ellos un mercado tan importante como los Estados Unidos, pero afrontan dos obstáculos, dice Juan Carlos Rivera, gerente general de la Asociación Peruana de Exportadores de Mango (APEM).
Por un lado, falta avanzar en la apertura de algunos prometedores mercados asiáticos. Los que se encuentran en la mira son Malasia y Vietnam, con 32 y 96 millones de habitantes, respectivamente, señala.
Aunque el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) inició las gestiones para lograr el acceso de este fruto a ambos mercados, la pandemia del COVID-19 paralizó estos procedimientos que requieren de reuniones y de visitas de los funcionarios del país de destino, al país de origen del fruto. Sin embargo, APEM espera que el próximo año se retomen estas negociaciones.
Además, existe un potencial por aprovechar en Singapur, un país con poco más de 5 millones 700 mil habitantes. Si bien en lo formal es un mercado ya abierto al mango peruano, estos no se comercializan en este destino, pues hace falta promoción y el envío de misiones comerciales, indica Rivera.
Largo trayecto
No obstante, el principal reto que afrontan estos agroexportadores es el de hacer llegar la fruta fresca en óptimo estado hasta mercados tan lejanos como los asiáticos. En la actualidad, los contenedores de este fruto son enviados por vía marítima en viajes que tardan en promedio 30 días, por lo cual en el país de destino solo permanecen frescos como máximo una semana. Esto les resta competitividad frente a otros países productores, como Australia, que tarda 15 minutos en hacer llegar sus despachos al Asia. Si utilizaran la vía aérea, los precios finales serían tan elevados que los productores nacionales no podrían competir en el mercado, asegura Rivera.
Desde hace unos cinco años, estos agroexportadores prueban alternativas para mejorar este punto débil, como aditivos que permitan conservar la fruta fresca por más tiempo y una estrategia de viaje multimodal: tierra hasta Paita (Piura), mar hasta Los Ángeles (EE.UU.) y aire hasta China u otro destino asiático. No obstante, todavía no han logrado el objetivo que se propusieron. Con los aditivos, la consistencia del mango mejoró, pero no alcanzó la que necesitan.
“Queremos enviar muchos más contenedores de mango al Asia. Si tuviéramos los medios para llegar con un tiempo de vida y precio adecuados, para los productores peruanos el consumo del Asia sería igual que el de Estados Unidos en unos pocos años. Este mercado podría absorber la tercera parte de la producción”, indicó.
En la actualidad, el mango del Perú se exporta sobre todo a la Unión Europea (50%) y los Estados Unidos (30%). A este último mercado destina unas 60 mil toneladas por campaña. El Asia es un mercado estratégico para los envíos de mango, porque este fruto es originario de dicho continente y el público está habituado a su consumo. Además, el Perú produce en contraestación (octubre-marzo) con estos países, por lo cual la oferta peruana complementa a la suya.
Asimismo, dijo que los productores de mango se encuentran a la espera de que el Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad (Innóvate Perú) retome un proyecto para impulsar la creación de un clúster de mango en Piura. Esta iniciativa quedó paralizada por la pandemia, tras haber sido aprobada en el 2019. Contemplaba un financiamiento de medio millón de soles para contratar a un consultor que diseñara el plan de trabajo del clúster, pero este monto todavía no ha llegado a desembolsarse.