Más de dos millones de hectáreas dependen de la lluvia, especialmente de papa, trigo, cebada y maíz, refirió el director ejecutivo de CultiVida, Rodrigo Santillán.
Consideró que el clima, y en especial la lluvia y los friajes, tienen un gran efecto en la producción agrícola y como consecuencia en el uso de insumos agrícolas.
"El Perú es un país que tiene una producción importante de cultivos en secano, especialmente en la sierra, por lo que el clima, y en especial la lluvia y los friajes, tienen gran efecto en la producción", indicó Santillán.
También, señaló que a pesar del crecimiento sostenido de las agroexportaciones y de que la seguridad alimentaria está asegurada, el mercado de agroquímicos se contraería en el 2016.
Entre otros factores, el decrecimiento se explicaría a la menor cantidad de agua recibida al inicio del año, que afectó las campañas de secano en la sierra, así como también las áreas marginales de la costa que dependen de años de abundancia de agua para lograr la dotación de agua necesaria para establecer sus cultivos, manifestó.
"Los fenómenos climáticos cada vez se vuelven más volátiles y frecuentes lo que ocasiona que los métodos de pronóstico se vuelvan cada vez menos confiables", dijo. Los cultivos más afectados serían la papa, maíz y arroz, añadió.
Dificultades para pronosticarRefirió que cada año es más difícil de hacer pronósticos, pues los registros meteorológicos son más irregulares debido al cambio climático. Esto no permite hacer estimados con el mismo nivel de confianza que se tenía previo al calentamiento global.
CultiVida representa a la industria de la ciencia de los cultivos, cuyas áreas de interés son la protección de cultivos y la agricultura sustentable. CultiVida es parte de la red de asociaciones de CropLife Latin America y de CropLife International, la federación global de la industria.