Las empresas latinoamericanas fuertemente endeudadas probablemente retrasen la contratación de trabajadores durante la recuperación de la crisis del año pasado, según el Banco Mundial.
La pandemia destruyó decenas de millones de puestos de trabajo desde México hasta Argentina, al tiempo que dejó los balances de las empresas más frágiles. Muchos negocios se mantuvieron vivos gracias a los programas de condonación de deuda de los Gobiernos que aplazaban los intereses de los préstamos.
La necesidad de manejar esa carga de deuda cuando estos programas lleguen a su fin “es exactamente lo que les impedirá invertir en nuevo capital y contratar nuevos trabajadores”, dijo en una entrevista William Maloney, economista jefe del banco para la región.
Cerca de 26 millones de personas en América Latina perdieron sus empleos el año pasado, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo publicado la semana pasada.
En crisis anteriores, el mercado de mano de obra no calificada de la región podía tardar hasta una década en recuperarse por completo, mientras que el mercado de trabajadores altamente calificados normalmente se recupera en menos de dos años, según Maloney.
En varios países de América Latina, el porcentaje de empresas que dicen estar en mora con los pagos de deuda o que es probable que caigan en mora supera el 40%, según un estudio del Banco Mundial. En el caso de las empresas que emplean a 20 trabajadores o menos, la cifra es aún mayor.
El crédito interno al sector privado en América Latina y el Caribe aumentó a 60% del PBI en el 2020 desde 55% el año previo, según datos del Banco Mundial.
Milagro escandinavo
Incluso antes de la crisis del año pasado, las economías latinoamericanas crecían demasiado lento como para sacar a millones de personas de la pobreza a un ritmo rápido, señaló Maloney.
Para impulsar la tasa de crecimiento a largo plazo, los Gobiernos deberían considerar reformas educativas que alineen mejor las universidades con las habilidades y la investigación que necesitan las empresas, sostuvo Maloney.
En este momento, la región cuenta con muchos profesionales universitarios que tienen dificultades por encontrar trabajo en sus áreas.
“Si nos fijamos en los milagros asiáticos o escandinavos, hay un vínculo muy estrecho entre los equipos de investigación, las instituciones de investigación y el sector productivo y los incentivos que pone el Estado van en esa dirección”, señaló Maloney.