El 2021 el consumo de electricidad tuvo una recuperación moderada (2.07%) con respecto a la del 2019. Y en 2022 mantendría un ritmo bajo, lejos del crecimiento de 8% anual que registraba en años anteriores, estima Osinergmin.
El presidente de ese organismo, Jaime Mendoza, señaló a Gestión que la demanda de electricidad a nivel nacional en el presente año podría alcanzar un rango entre 3% y 5%, más cercano al 3%, lo que significaría 3,500 MW adicionales.
Ello, explicó, debido a que, aparte de la entrada en operación del proyecto Quellaveco, no se conoce de la puesta en operación de nuevos proyectos mineros el 2022.
“La última gran inversión que se dio fue en la mina Quellaveco y eso sube la demanda de electricidad en uno a dos puntos de crecimiento en el año”, detalló.
Pero, añadió, como no se observa ningún otro proyecto a firme que entre en operación, no tendremos crecimientos como los que vio el país hace cinco años, y que estaban en el orden de 8% en promedio anual.
“Tuvimos incrementos fuertes (en la demanda eléctrica) en años anteriores, por el crecimiento de la economía y de proyectos mineros; a diferencia de la demanda vegetativa que crece en forma proporcional, la carga industrial y minera crece en función a las inversiones”, anotó.
Tarifas
De otro lado, el presidente de Osinergmin indicó que no prevén mayores alzas en las tarifas eléctricas al mercado regulado para los siguientes meses, salvo que se den cambios importantes en costos de generación, transmisión y distribución eléctrica.
Según esa entidad, las tarifas iniciaron el año con una ligera alza de 0.02% para consumidores comerciales e industriales, y de 0.04% para domésticos, aplicable a las facturas de enero debido a un factor vinculado a la transmisión eléctrica.
Perspectiva
No obstante, el presidente de ese organismo explicó que el factor que más puede golpear a las tarifas este año es el tipo de cambio, aunque cualquier variación que se pudiera dar ahora no se reflejaría de forma inmediata en los precios de la energía.
Las principales variables que se consideran para modificar esos costos, a través de una fórmula polinómica que se actualiza mensualmente, son el tipo de cambio, el índice de precios al consumidor, los precios de los metales y los combustibles (diésel y gas natural).
Las nuevas centrales a bajo costo solo benefician a clientes libres
En el 2022 entrarán en operación cuatro centrales eólicas y solares con una capacidad de producir 500 megavatios por hora (MWh), que ofrecerán su energía a precios de US$ 35 por MWh (bajos respecto al mercado regulado de US$ 65), informó a Gestión el presidente de Osinergmin, Jaime Mendoza.
No obstante, indicó que casi todas las empresas que operan esas nuevas plantas tienen contratos, para ofrecer su energía a bajo precio, con los clientes libres (mercado no regulado).
“¿Y cómo es que pueden vender esas tecnologías en el mercado libre y no en el regulado?, porque en el mercado libre la demanda está permitiendo que esas tecnologías puedan vender la energía y a la vez comprar potencia de otras tecnologías y de otros agentes para poder firmar los contratos”, explicó.