En entrevista con Gestión, Alfonso Bustamante, presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), dio una mirada sobre la economía peruana y la necesidad de que el Gobierno tome decisiones políticas clave.
Hay que mencionar que el Perú se enfrentará a uno de sus peores resultados: este año, ya diferentes analistas proyectan la caída del producto bruto interno (PBI), lo que llevaría al país a registrar su resultado más bajo en 25 años (excluyendo el impacto de la pandemia del Covid-19 en el 2020).
-¿Cuál es su percepción sobre la economía peruana? ¿Ve espacio de recuperación?
Falta mucho por hacer, falta mucho para recuperar esos espacios. El Gobierno tiene buenas intenciones, pero le falta dar pasos más firmes en torno a la reactivación económica, debe dar señales.
Vamos a cerrar el año con una caída de 0.3%, según el último informe del Instituto Peruano de Economía (IPE); y las perspectivas para el próximo han sido revisadas hacia la baja. Todas estas cifras son absolutamente insuficientes para luchar contra la pobreza en el Perú, necesita por lo menos un 5% de crecimiento. Hay situaciones políticas, decisiones políticas que se pueden tomar hoy que pueden tener una buena repercusión en el crecimiento. Son diferentes para cada sector.
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-¿Hay alguna señal del Poder Ejecutivo que podría hacer que el sector privado invierta más en el 2024?
Este Gobierno no es uno que atente contra la inversión privada, pero tampoco es uno que nos dé señales claras promotoras. No está siendo proactivo. De hecho, una de las razones de la caída del PBI es la inversión privada, que está siendo afectada por varios puntos.
La decisión de invertir o no, no se hace de la noche a la mañana. Toma muchos años antes porque requiere estudios, análisis y sobre todo permisos. Eso dura años. Y si vemos que en los últimos seis años hemos tenido seis presidentes de la república, eso nos genera una incertidumbre muy grande.
-¿Cuáles son esos puntos que afectaron la inversión privada?
La atención de los gobernantes estaba en la confrontación política y frente a esa confrontación [desde el lado privado] se ha puesto en revisión parte de los proyectos que iban a gestarse años atrás. Pararon y hoy estamos viendo las consecuencias. Lo que ya están a medio hacerse ha seguido alimentando la inversión privada de los últimos años, pero ya la rueda dio vueltas, ya nos alcanzó el efecto donde ya no tenemos ese stock [de inversiones].
El otro aspecto es la conflictividad. Cuando se genera conflictividad, uno pone en revisión [las inversiones]. Finalmente, las altas tasas de interés. Al sector privado se le encarece el crédito, las fuentes de financiamiento son los recursos propios y también el endeudamiento. Cuando este es más caro, hace más restrictivas las inversiones.
-¿Qué tendría que decirse desde el Gobierno para que salgan a invertir?
Tienen que darse mensajes sectoriales. Para el sector agrario quisiéramos escuchar que regresa la Ley de Promoción Agraria. En el sector pesca, quisiéramos ver un Imarpe más proactivo, un Estado que es promotor del uso de toda la maquinaria pesquera, de toda la flota.
En minería, quien es el encargado de generar bienestar a las comunidades en un primer momento es el Estado, quien ha fallado en su ejecución de inversiones para el alivio de la pobreza, cierre de brechas. Debe haber una capacidad de ejecución en paralelo.
En construcción, tenemos un rol compartido entre el sector privado y el Estado, estamos convocando a las empresas de nuestros gremios para que se sumen a este esquema de Obras por Impuestos (OxI) para ayudar a acelerar la inversión pública y hacerlo a tiempo, sin sobrecostos. Ahí logramos dos cosas: obviamente el cierre de brecha sociales y reactivar la economía. Lo mismo pasa en la vivienda social.
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-¿Son acciones que pueden ejecutarse rápidamente?
He mencionado tres que son decisiones políticas sectoriales. Se pueden hacer rápido, estamos en emergencia. El PBI peruano no era tan bajo (exceptuando el periodo de pandemia) desde 1990. Eso es aterrador. Ya esto es una señal.
-¿Qué tan golpeadas diría que están las empresas?
Desde el 2020 en adelante, tenemos una situación de crisis. Evidentemente, la pandemia nos golpeó a todos y significó una reducción de los ingresos, muchas empresas pararon, agotaron su capital. A eso siguió una seguidilla de conflictividad política y social en el país que también afectó el consumo y la economía. Hemos tenido 4 o 5 años muy malos, las empresas en general. Y así lo demuestra la economía.
-¿Ven con buenos ojos la propuesta de reforma de pensiones?
Hay una pensión mínima garantizada. Con los retiros (seis aprobados y uno en discusión) hemos robado el futuro a nuestros pensionistas. Tenemos que estudiar un poco más el tema. Creemos que vamos por el buen camino. Una pensión mínima garantizada es necesaria.
-El MEF ha mencionado que va a proponer la reducción de los regímenes tributarios. ¿Cómo lo evalúa?
La reforma tributaria tiene que simplificarse, estoy de acuerdo. La informalidad pasa por la rigidez que tenemos no solo en la parte tributaria sino en la parte de permisología. A los informales les aterra tener que estar bajo la supervisión de la Sunat.
-¿Cómo ve el rol de Sunat?
Sunat es el que cobra los impuestos. Lo que a mí me preocupa de este rol es que haya incentivos perversos de generar ingresos al recaudador, a la persona, por hacer las acotaciones, sean o no estas válidas. Eso genera una carga grande para las empresas, el tener que hacer los descargos, y a la Sunat no le reditúa más ingresos.
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“La mejor forma de subir salarios es con competitividad”
Alfonso Bustamante, presidente de la Confiep, recordó que en el Gobierno de Pedro Castillo se “violó la confianza de las tres partes (sector privado, trabajadores, Gobierno) en el diálogo tripartito” en el Consejo Nacional del Trabajo (CNT).
Remarcó que se mantiene el pedido del sector privado de que se pueda revisar los decretos supremos vinculados a la tercerización laboral y la huelga.
Al consultarle sobre si presentarán una propuesta sobre la remuneración mínima vital, comentó que no está en la agenda del sector privado.
“La mejor forma de aumentar los sueldos, los salarios, de los trabajadores es aumentando la competitividad de los puestos de trabajo y la empresa. La verdadera agenda es cómo hacemos para mejorar la competitividad de los trabajadores”, subrayó.
Editora de Economía y Finanzas del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con 9 años de experiencia profesional en el rubro.