Publicó un tuit en el que señala que la cuarentena en el Perú fue menos eficaz que en otros países, ¿cómo se explica eso?
No hay una forma exacta de explicarlo. Hay varias razones, pero darle más peso a una que otra requiere un análisis más profundo. Pero en el comparativo la cuarentena peruana es menos efectiva en términos de crecimiento de contagios y en muertes.
¿La cuarentena fue una mala medida?
No fue una mala medida, por el contrario, cuando uno ve el crecimiento de contagios en países que no han implementado cuarentena o se demoraron en hacerlo se ve que son desbordados rápidamente.
La medida epidemiológica que se implementó fue la de “el martillo y el baile”. ¿Qué razones limitan su efectividad?
El tema más evidente es la informalidad. Más del 70% de la PEA es empleada informalmente, cuyos empleos se desvanecen si no pueden salir de casa. Su capacidad de ahorro es muy baja. Por lo tanto, es más difícil cubrir necesidades básicas si no generan ingresos. Por eso se ve grupos que rompen la cuarentena para tratar de vender algo.
¿Qué consecuencia tiene esta mezcla de informalidad con necesidad de ingresos?
Cuando la imposición de la cuarentena es estricta a la gente no le queda más que regresar al campo, que es lo que se vio en los últimos días y están dispuestos a irse caminando a sus lugares origen o de donde son sus familias. Esas cosas hacen que la cuarentena sea menos efectiva.
La política de sostenimiento familiar debe ser más agresiva. La caja fiscal estará más estresada si hay una segunda o tercera ola de contagios.
¿Es básicamente la informalidad?
Hay otros temas como que solo el 49% de los hogares tiene refrigerador, lo que hace que su capacidad de almacenamiento de alimentos sea menor y tienen que hacer compras con más frecuencia. O el hacinamiento, pues hay un porcentaje importante de hogares con menos de dos habitaciones para más de cuatro personas.
¿Qué rol juega el sistema de salud?
Quizás la cuarentena es menos efectiva en el Perú porque es más fácil que un número pequeño de contagios colapse el sistema de salud. Tal vez la capacidad efectiva que debamos medir no es la cantidad de camas UCI con ventilador a nivel agregado, sino la cantidad efectiva con ventilador en la zonas donde los contagios se están desbordando.
¿El Estado ha sabido llegar a las personas que realmente necesitan?
La ayuda del Gobierno es importante, pero se necesita más. Cuando se compara la ayuda con el gasto promedio por hogar hay una brecha grande y eso explica por qué la gente toma medidas desesperadas. También está el millón de venezolanos en el Perú que tenían actividades informales y no está recibiendo nada. La mejor forma de mantener a la gente en su casa es con políticas de sostenimiento más agresivas.
Quizás la cuarentena es menos efectiva en el Perú porque es más fácil que un número pequeño de contagios colapse el sistema de salud.
¿La caja fiscal da para eso?
Creo que sí, no mucho sin duda. Pero la caja va a estar más estresada si tenemos una segunda o tercera ola de contagios. Cuanto mayor sea tu intervención ahora menor la probabilidad de que se necesite una adicional.
El martillo es el confinamiento obligatorio y el baile hacer pruebas masivas, ¿estamos en esa capacidad?
No estamos en la capacidad. Si bien hay nivel alto de pruebas, la mayor cantidad son serológicas. No sé cuál es el impedimento para hacer pruebas moleculares.
El ministro de Salud dijo que una prueba molecular costaba S/ 200 y una serológica S/ 15. ¿Puede ser un tema de recursos?
No creo que sea un tema de dinero. Si hacemos 12,000 pruebas moleculares a S/ 200 cada una por 45 días, estamos gastando unos S/ 108 millones. Para el Estado eso no es nada. Sin esta capacidad se tiene que pensar en otro tipo de intervenciones.
¿Qué tipo de intervenciones?
Pasar del “martillo” que es una medida generalizada a una de “bisturí”, que se focaliza en aquellos grupos en los cuales se concentran los contagios con tasas muy altas. No afectas a todo el país, sino a espacios focalizados.
¿Cómo se logra eso?
Se puede partir al Perú en 30 zonas de un millón de personas cada una y concentrarte en cuatro o cinco que son claves para controlar la epidemia.
¿Con esta situación es posible iniciar la reactivación de la economía?
Tenemos que ver cómo reactivamos urgentemente, porque paradójicamente la mejor forma que la gente se quede en su casa es asegurando que no tienen que salir. A más rápido podamos reactivar el aparato productivo, de manera controlada para tener confinamientos parciales y generar ingresos, vamos a estar en una mejor situación.
¿Cómo debe iniciarse esta reactivación?
Las empresas grandes que tienen capacidad para aplicar protocolos de prueba o de controles sanitarios a todo su personal, y que no generan aglomeraciones de clientes, deberían ser las primeras en reactivarse.
¿Alguna actividad específica?
La minería debe funcionar a full, los sectores que son estratégicos en necesidades básicas como el agro y todos sus encadenamientos también.
Hay un riesgo político en estas medidas.
Lo bueno es que el Gobierno puede empezar a hacer cosas y dar marcha atrás. Ninguna persona razonable le va a sacar en cara al Gobierno siempre y cuando sea transparente y corrija rápido. Urge empezar a levantar actividades económicas. Va a ser más fácil confinar a segmentos de la población si la economía se está reactivando y redirigir recursos hacia ellos.
HOJA DE VIDA
- Profesión: Economista.
- Educación: Lancaster University.
- Posgrado: MBA en Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago.