Los bancos centrales y los reguladores financieros deben enfrentarse con urgencia a la creciente influencia de las grandes tecnológicas, según altos funcionarios del Banco de Pagos Internacionales (BPI), conocido como el “banco de los bancos centrales”.
Los organismos de control globales son cada vez más cautelosos ante la posibilidad de que las enormes cantidades de datos controlados por grupos como Facebook, Google, Amazon y Alibaba puedan permitirles modificar las finanzas para desestabilizar con rapidez sistemas bancarios enteros.
El BPI, en un documento firmado por su director, el mexicano Agustín Carstens, destacó ejemplos como China, donde las dos grandes firmas de pagos tecnológicos Alipay y WeChat Pay representan ahora el 94% del mercado de pagos móviles.
China ya ha sacudido sus mercados con una serie de medidas drásticas contra las principales empresas de tecnología y comercio electrónico. En noviembre, los reguladores torpedearon la salida a bolsa de Ant Group y, últimamente, empresas de clases particulares se han enfrentado a un fuerte escrutinio.
Las empresas de tecnología están dejando de forma rápida su huella en muchas otras zonas, y algunas otorgan préstamos a empresas individuales y pequeñas, además de ofrecer seguros y servicios de gestión patrimonial.
“La entrada de las grandes tecnologías en los servicios financieros da lugar a nuevos desafíos en torno a la concentración del poder del mercado y la gobernanza de datos”, dijo el documento del BPI publicado el lunes.
“Cualquier impacto en la integridad del sistema monetario que surja del surgimiento de plataformas dominantes debería ser una preocupación clave para los bancos centrales”, añadió.